Lentamente, la ciudad de Nueva York ha comenzado a retomar sus bulliciosas y agitadas actividades tras el paso de la supertormenta Sandy, pero pese a que la situación ha mejorado aún tomará varios días para que todo regrese a la normalidad total.
Mientras tanto, el balance de víctimas seguía aumentando, como habían advertido las autoridades, y se situaba en 24 muertos en los cinco distritos de la ciudad, indicó este miércoles la policía neoyorquina. La mayoría murieron por la caída de árboles arrancados por los fuertes vientos que sacudieron a la ciudad el lunes por la noche. Otras víctimas fueron halladas ahogadas en barrios inundados de la ciudad.
Símbolo de la tradicional pujanza de la Gran Manzana, la Bolsa de Nueva York volvió a la actividad el miércoles por la mañana en presencia del alcalde Michael Bloomberg, quien hizo sonar la campana. Dos días después del devastador paso de la maga tormenta Sandy por la costa este de EEUU, los aeropuertos internacionales John F. Kennedy y Newark Liberty también reabrieron.
No obstante, los vuelos están “limitados” por ahora, según la autoridad portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, que recomienda informarse antes de dirigirse a estas terminales aéreas.
En cambio, los aeropuertos de La Guardia y Teterboro permanecían fuera de servicio tras el cierre decidido el domingo a la noche debido al huracán Sandy, degradado a tormenta pos tropical la madrugada del martes.
Más crítico aún para la ciudad, el metro de Nueva York también seguía paralizado: kilómetros de vías subterráneas seguían inundadas, lo que impide la reanudación de una de las redes más antiguas del mundo, de 108 años, y que utilizan a diario unos 5,3 millones de pasajeros.
Toneladas de agua salada se infiltraron cuando el nivel del mar subió abruptamente debido a la llegada del huracán, por lo que quedaron sumergidos numerosos andenes y vías, donde permanecen aún escombros. Un alivio para los neoyorquinos fue la reanudación del servicio de autobuses, parcial el martes por la noche y casi completo desde el miércoles por la mañana.
Largas colas de gente se formaban en las paradas en las grandes avenidas en el sur de Manhattan, donde unos 200.000 hogares seguían sin electricidad y que pasó su segunda noche totalmente a oscuras.
El tradicional desfile de Halloween previsto para el miércoles por la noche en uno de los barrios de esa parte de la ciudad, West Village, fue suspendido. La contracara de esta parálisis era el centro y norte de Manhattan, donde la actividad era casi normal, con miles de taxis, camiones repartiendo provisiones a supermercados y almacenes, y vendedores ambulantes en las aceras de la ciudad.
Mientras tanto, la situación mejoraba también para los turistas, con la reapertura del Museo Metropolitano, la ópera y los espectáculos en Broadway. En cambio, las escuelas seguían cerradas por tercer día consecutivo.
El alcalde Michael Bloomberg y la compañía eléctrica dijeron que cientos de miles de personas aún están a oscuras y se requiere de varios días de trabajo para restablecer el suministro.
Una parte de la ciudad, de la calle 34 hasta el bajo Manhattan sigue inaccesible por tren subterráneo y podría tomar de cuatro a cinco días antes de que el servicio se restablezca.
Tampoco será fácil conducir hasta allí. Los 10 túneles que por los cuales se transportan los neoyorquinos bajo el East River se inundaron.
Hay largas filas de automovilistas, y peatones, tratando de conseguir gasolina, porque el suministro de combustible tampoco se ha normalizado.
Algunos puentes de ingreso reabrieron el martes al mediodía, pero el Túnel Brooklyn-Battery, el cual conecta Brooklyn a Manhattan, y el Túnel Holland, entre Nueva York y Nueva Jersey, seguían cerrados. Y el servicio de los tres trenes que corren entre la ciudad y sus suburbios sigue suspendido.
El gobernador Andrew Cuomo anunció este martes la reanudación limitada aunque gratuita del servicio de autobuses, con horario reducido. Señaló que espera que el miércoles haya servicios completo, también gratis.
Bloomberg dijo a reporteros que las muertes ocasionadas por la tormenta fueron trágicas, pero que la ciudad resistió mejor de lo que algunas personas esperaban, considerando la magnitud de la tormenta.