Por: Marcos Stupenengo
El ojo de la súper tormenta golpeará esta noche con vientos huracanados.
Sandy cobró fuerza antes del amanecer y siguió el curso pronosticado hacia Washington, Baltimore, Filadelfia y Nueva York – en ruta a una colisión con otros dos frentes tormentosos con el potencial de crear condiciones caóticas en unos 1.300 kilómetros desde la costa hasta los Grandes Lagos. Además, fueron pronosticadas nevadas de dos a tres pies en las zonas montañosas de Virginia Occidental.
La tormenta podría complicar la vida durante días de unos 50 millones de personas.
La tormenta híbrida que se formó con el choque del huracán Sandy y dos frentes de mal tiempo que bajaron del Océano Atlántico, golpeará esta noche la costa noreste de Estados Unidos con vientos de huracán y una marejada ciclónica que amenaza con causar grandes destrozos en las zonas bajas de Nueva York y Nueva Jersey.
El huracán Sandy, que a su paso por el Caribe dejó al menos 68 muertos, obligó el fin de semana a Obama y a su rival republicano, Mitt Romney, a anular varios eventos de campaña, cuando faltan ocho días para los comicios.
En la punta meridional de Manhattan, las olas alcanzaron los niveles que generó del huracán Irene, incluso horas antes de que lo peor de una colosal tormenta golpee la ciudad más grande de Estados Unidos con un muro de agua que podría superar los tres metros.
El gobernador Andrew Cuomo cerró dos túneles clave que van hacia el centro de Manhattan después de que la ciudad cerrara su sistema de transporte público, los mercados financieros, las escuelas y Broadway. Además ordenara a cientos de miles de personas quedarse en sus viviendas antes de que empeorara el temporal por la llegada del huracán Sandy.
El lunes, las multitudes se congregaron en el puerto marítimo South Street hasta que la policía les pidió retirarse. En Battery Park City, un complejo de altos edificios de oficinas y apartamentos erigidos en un vertedero en la parte baja de Manhattan, algunos obstinados observaban cómo crecía el río Hudson y comenzaba a cubrir secciones de los caminos panorámicos que están a lo largo del río.
Algunos neoyorquinos abarrotaron las tiendas en busca de agua y alimentos, y se apresuraron para salir de las zonas inundables, mientras que otros insistían en que no irían a ningún lugar.