36. El proceso del duelo amoroso

Ya está bien, es suficiente. Demasiado tiempo solo. No doy (ni recibo) más. Estoy triste y desalentado. Ya pasó más de un año y esto en la garganta me sigue y me persigue. ¿Qué carajo es estar solo? Sentís que se te viene encima un nuevo fin de semana y te gustaría detener el tiempo en un frasco. La mayoría de la gente me tiene lástima, y sobre todo los que están en pareja, odio esas mesas para cuatro cuando somos tres. Trato de no tocar el tema pero en algún momento el Sr. Malbec destraba esa maldita evitación y arranca la catarata. Que jugó conmigo, que no tiene corazón, que las pocas veces que nos vimos en el último año me miró con pena y que odio que se haga la macanuda. Continuar leyendo

32. Actividades para los recién separados

Dedicado a Los Martes Filosóficos

Los recién separados no encajan en ningún lado. Llegan tarde al grupo de amigos, a renovar el vestuario y a conocer los nuevos yeites de la comunicación. Andan como abombados recodificando la vida cotidiana. Claro, te vas acostumbrando y aunque no lo reconozcas, íntimamente pensabas que el amor era para siempre. Continuar leyendo

30. La carta del adios

Fiske Menuco, 15 de abril de 2013

Querido Santiago:

                               Te escribo esta carta porque es la única forma que me escuches de verdad. Intenté muchas veces hablar con vos pero siempre termina todo igual; yo me pongo a llorar desesperadamente y vos, que sos un cobarde especializado en el maltrato emocional, decís que lo vas a pensar y que te de unos días para pensarlo. ¿Pensar qué? ¿Cómo sacarme de encima tuyo? ¿Cómo borrarme de tu vida? O ¿qué hacer para que la culpa no te carcoma? Una amiga me dijo que los culposos en algún momento se dan vuelta y pasan a ser un cacho de hielo, unos insensibles del orto y que pueden estar cortándote un dedo que ni se inmutan. ¿Eso querés, cortarme un dedo? Continuar leyendo

25. 31 indicios sobre las separaciones

Ayer estaba en boxes esperando para salir al aire en el programa Metro y Medio que conducen Julieta Pink y Sebastián Wainraich cuando los animadores de la tarde radiofónica empezaron a hablar de las separaciones. Se preguntaban si siempre hay alguien que sufre más, cómo queda uno después de cada separación, si hay separaciones prolijas y cómo se puede andar llenando esos vacíos; fue cuando entonces se me ocurrió un catálogo para la cartera de la dama, el bolsillo del caballero y la guantera del amante. Continuar leyendo

23. El después del amor

“Dolido: Imaginándose muerto, el sujeto amoroso

ve la vida del ser amado continuar como si nada hubiera ocurrido”.

(Roland Barthes, “Fragmento de un discurso amoroso”)

 

Listo, ya fue. No da para más, cada cual a su cucha.

Todos esos lindos momentos compartidos, esas vacaciones, la noche que amanecieron por primera vez, el día que ella usó tu camisa, la tarde que él te dio de fumar. Cuando te hiciste el macanudo con su abuela, cuando le llevaste la chocotorta a la madre para el cumpleaños. La mañana que corrieron a la farmacia para comprar la pastillita, la noche que ella te dijo que “todos estamos solos”. El día que le dijiste que no te enamorabas así porque sí. Los muditos, la taquicardia y el siestero. Hablar del futuro, coincidir en los proyectos, fantasear con una familia. La primera vez que cocinaron juntos, aquel concierto y aquella película. El día que tu amigo te dijo que ella era recopada, el día que tú amiga te dijo que él era un dulce. La pelea adentro del auto… la reconciliación. Continuar leyendo

2. Los actos heroicos y el amor

Las personas que se están separando creen que lo único que los puede salvar del estallido es un acto heroico. Un salto al vacío sin medir las consecuencias, una decisión para la foto.

Básicamente un acto heroico es hacer todo lo contrario a lo que te dicen tus amigos. Te sugieren que no la llames y la llamás. Te ordenan que no lo veas y lo ves.

Hacerse el héroe para unir lo que se acaba de romper tiene un mal destino. Valiente es el que acepta la goleada. Continuar leyendo