29. Te dije que no me llames más

#AmoresTóxicos

Andrea: Hola, ¿Santiago?

Santiago: Si, ¿qué querés?

Andrea: No, nada. Te llamo para decirte que no te voy a llamar más.

Santiago: No era necesario.

Andrea: No, bueno… te lo tenía que decir.

Santiago: Ok.

Andrea: ¿No me decís nada?

Santiago: No, ya te entendí. Me llamas para decirme que no me vas a llamar más… pero me llamás.

Andrea: Ves que con vos no se puede hablar. Yo te llamo con buena onda y ya te sale esa acidez de siempre.

Santiago: ¿Pero vos sos tonta? Si no me vas a llamar más… cumplí con la promesa!!! Ya te dije mil veces que no me llames.

Andrea: Pasa que por ahí me querías decir algo.

Santiago: Estoy ocupado ahora.

Andrea: ¿Qué estás haciendo?

Santiago: Cosas

Andrea: Eso no me dice nada, ¿ves cómo siempre te evadís?

Santiago: Es que no quiero decirte nada, la que me llamaste fuiste vos.

Andrea: Si, para decirte que no te pienso llamar más.

Santiago: Mirá Andrea, no quiero lastimarte pero lo nuestro ya fue. Se cortó la onda y no hay vuelta atrás. Yo tengo otras prioridades, por estar con vos dejé de lado muchas cosas que quiero recuperar. ¿Podés entenderlo?

Andrea: Pero si hace un mes estábamos bárbaros, fuimos a comprar bambula al Tigre y al otro día no sé qué te picó.

Santiago: Ya lo hablamos mil veces, no me la hagas difícil.

Andrea: Ah claro! Resulta que el que se va a la mierda sos vos y encima yo tengo que hacerte el favor. ¿Ves que sos un inmaduro de mierda? Un pendejo mal criado… andá, andá con tu mamita que ella sabe cómo tratarte.

Santiago: No metas a mamá en el medio que no tiene nada que ver.

Andrea: ¿Sabés que pasa? Que no tenés huevos, no te la bancas, forro de mierda.

Santiago: Pero Andre, no te pongas así.

Andrea: Si, si, ándate a la mierda. No sé para qué mierda te llamé.

Santiago: Para decirme que no me ibas a llamar más.

Andrea: Para vos es más importante estar con tus amigos que estar conmigo.

Santiago: Es cierto.

Andrea: Preferís ir a la cancha que al cine.

Santiago: Es cierto.

Andrea: Si tu hermana te llama salís corriendo.

Santiago: Es cierto.

Andrea: No ves que sos un forro!!!

Santiago: Mirá otro día hablamos más tranquilos ahora tengo que seguir con lo que estaba haciendo.

Andrea: Bueno decime cuándo. ¿Mañana?

Santiago: Otro día, que se yo, cuando de.

Andrea: Ves que no querés hablar conmigo.

Santiago: Y la verdad que no, ya te dije todo lo que tenía para decirte.

Andrea: Entonces ya no me querés…

Santiago: Y… yo te quiero… pero por ahora…

Andrea: Ah, ¿es cuestión de tiempo?

Santiago: No se trata de eso.

Andrea: ¿Sabés qué? Mejor te corto, al final no se para que mierrrda te llamé.

Santiago: Te lo voy a volver a explicarrrr…

Y así sucesivamente. Este dialogo puede durar millones de años; ella tiene la ilusión de una próxima vez y él el deseo del nunca más. Andrea intenta quemar los últimos cartuchos con el ánimo de convencerlo para que vuelva a quererla aunque sea de mentira. Santiago no la registra, la escucha porque le da lástima verla sufrir. Él no es un mal tipo, sólo que ya no la quiere y no puede decirlo claramente. Cree que atendiendo sus llamadas ella se va a sentir mejor, no quiere sentirse un tipo jodido y por eso la escucha, pero en el fondo lo hace por él y no por ella.

Andrea quiere, aunque sea, que él le diga que prefiere tomarse un tiempo, eso la podría tranquilizar. Pero sabe que esa boludez del tiempo es una mutua cobardía.

Santiago cuando corte seguramente seguirá con lo que estaba haciendo, aliviado de haber cortado y con la esperanza que no vuelva a llamar. Ella empezará a transitar ese arduo camino del olvido.

 

C.C.C. (Compartan, Comenten y Critiquen)