La Teoría de la Distorsión es una de las respuestas del siglo XXI a propuestas realizadas por investigadores del siglo pasado. José Antonio Caravaca, desde su Cádiz natal, nos comenta los detalles de esta linea que se mete de lleno en los casos más bizarros relacionados a OVNIs y humanoides. Los testigos (y su psique) son los puntos a tomar en cuenta y destacar en un contexto donde la realidad se distorsiona, quizás, como parte de un proceso de comunicación con lo imposible.
Caravaca parece haber dado en algunas claves de las que persigo y no puedo dejar de pensar en muchos, cientos de casos de encuentros con el misterio. Sucede que, con el tiempo, uno se pregunta: ¿qué es lo que están viendo? En rigor, cada testigo de hechos misteriosos tiene una visión distinta de lo sucedido en otros casos. Nunca vamos a encontrar —por ejemplo— dos humanoides exactamente iguales. Incluso en la cultura OVNI americana, donde tantos “grises” aparecen ante los incautos, las diferencias se hacen notar en esto de si tienen más o menos arrugas, si sus ojos son grandes o pequeños, si aparecen en una habitación o raptan al testigo en una carretera… las versiones de la realidad son siempre distintas y esto es interpretable desde el punto de vista personal. Claro, las construcciones mentales a las que llegamos tras años de experimentar el entorno de tal o cual manera nos condicionan a la hora de interpretar la realidad. Son verdaderos filtros que nos muestran un poco más de aquello, un poco menos de esto. Así, cualquier policía con un poco de experiencia en toma de declaraciones nos dirá que no importa cuántos testigos tenga un accidente de tránsito, las versiones son siempre distintas, aunque más no sea un poco. Continuar leyendo