Mientras que la agencia de noticias rusa sostiene que se acerca un asteroide de casi 400 metros y supone un peligro real para nuestro planeta, la NASA sale a desmentirlos asegurando que se trata de un objeto ya identificado y que no se trata de ningún cuerpo riesgoso. ¿A quién creerle? Esa es la cuestión.
En un mundo signado por movimientos políticos, económicos y bélicos que anuncian una segunda guerra fría (que muchos dicen, está ya instalada), no es tan extraño comenzar a notar ciertas contradicciones que hasta hace unos años no se hacían, al menos, tan evidentes. Cierto es que los científicos pueden equivocarse, que también pueden caer en la tentación del titular rimbombante a la hora de buscar fondos para investigaciones, pero es interesante analizar el contexto mediático que ha tomado algo que, de alguna manera, se podría solucionar con un par de llamados y comparativas de datos entre gente de ciencia.
La noticia tomó vuelo la semana pasada cuando un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Moscú anunció el descubrimiento de un asteroide que podría colisionar con nuestro planeta. El profesor Vladimir Lipunov dijo que “El asteroide tiene un diámetro al menos de 370 metros; es decir, es más grande que el Apofis. Se sabe que cruzará la órbita de la tierra dentro de unos tres años. Se estima que sea más peligroso aún y más fuerte que el meteorito de Chelíabinsk”.
Por su lado, la NASA ha salido a desmentirlo desde los medios de comunicación. Tim Spahr, director del Centro de Planetas Menores en Cambridge, Massachusetts (EE.UU.), ha revisado la órbita de este objeto después de darse cuenta de que era la misma que la de un objeto observado hace seis años. Con las dos series de observaciones, el movimiento futuro de este asteroide se ha llevado adelante en el tiempo utilizando unos cálculos automáticos realizados en la oficina del Programa de Objetos Cercanos, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA. Estos cálculos descartan que este objeto sea una amenaza de impacto para la Tierra en los próximos 150 años.
EL PUNTO INTERMEDIO DE LOS 400 METROS
Encontrar la verdad, como siempre, es un trabajo arduo del que no es común extraer conclusiones claras. Más allá de que la verdad depende demasiado de cada uno, de las visiones personalísimas de la realidad, lo cierto es que en estos casos, en los que se habla de un posible peligro inminente, es necesario ser un poco más serios. Sea de un lado o del otro, sea de parte de Lipunov o de Spahr, lo que queda claro es que una desmentida mediática en los términos que se hace, en los tiempos que corren, no alcanzan para sacarnos de encima la idea de que bien podría ser verdad que el asteroide 2014 UR 216 sea un peligro mal calculado por la agencia espacial americana. Al fin y al cabo, el famoso meteorito de Chelíabinsk dejó más de mil heridos y enormes daños materiales sin que nadie haya notado siquiera que llegaba.
Quizás, solo quizás, debamos mirar hacia China y el reciente anuncio de un programa para hacerse cargo de amenazas espaciales tales como asteroides o cometas. Aunque también podría ser una excusa para llevar armamento de alta potencia al espacio.
Para nosotros, solo queda esperar y ver.
Fernando Silva Hildebrandt.