Por: Federica Pelzel
Wow. siento que mi último post fue hace tres semanas. Empecemos por contar en qué anduve: A pesar de la tormenta que demoró mi vuelo, me fuí de Sydney el 8, como planeado, rumbo a Cairns.
Cairns es un balneario bastante chico en el noreste de Australia, que se dedica principalmente al turismo. Solo van a encontrar acá hoteles, hostels, restos, bares, agencias de viajes con packs de turismo aventura etc. La cuestión por la cual Cairns recibe tanto turismo es que está justo en frente de la gran barrera de coral, y al lado de una selva bastante interesante. Y así es como llegué yo también.
De casualidad este fin de semana también hay alrededor de 40mil personas que vinieron a Cairns a ver el Eclipse Solar Total del 14/11, que sólo se va a ver desde acá y unas pocas partes más del mundo.
En fin.
Cuando decidí viajar mucha gente me recomendó bucear, y es algo que yo también quería hacer hace tiempo. Me gusta mucho el agua y me da mucha intriga la vida marina, así que es perfecto. Para bucear con tanque hay que tener una certificación de alguna de las varias escuelas que hay alrededor del mundo. Yo elegí hacer la certificación PADI porque es la más popular, por lo cual tenés más probabilidades de que te la acepten donde vayas.
Hice el curso en Buenos Aires (BAB). Son 6 clases, 3 teóricas y 3 prácticas, y rendí el exámen teórico. Mucha gente rinde el práctico, que consiste en 4 bajadas con algún ejercicio en el medio, en Colonia. Hacer eso sale más o menos US$500 entre una cosa y otra. Yo la verdad que como ya venía a Australia, y podía hacer la parte de las bajadas acá, lo hice.
Reservé con ProDive un Live Aboard, que es exactamente eso, vivís en un barco, tres días buceando. Hay diferentes grupos de buceadores, los estudiantes Open Water (osea principiantes como yo), buceadores certificados, estudiantes avanzados, etc. El barco sale desde Cairns y hace las 2.30hs hasta el coral. Va a diferentes lugares durante los 3 días. Todos los buceadores certificados hacen 11 bajadas en esos días, y los OpenWater 9. Todo el paquete (barco, equipos, bajadas, instructor, el carnet PADI, alojamiento, comidas, etc, etc, etc) me salió US$700, que puede parecer mucho, pero comparado con los 500 que sale bucear en un lago de Colonia, no es tanto.
La verdad, es una de las mejores inversiones que hice en mi vida. Bucear acá me voló la cabeza. Es una experiencia que es muy difícil de explicar y también de retratar. Cuando estás ahí abajo sentís que estás en un universo paralelo. Y si, es muy parecido a Finding Nemo.
Ví un montón de especies copadas, infinitos peces de todos los colores y tamaños (y a Nemo, si), incluyendo uno que estaba decidido a atacarnos. Tortugas, tiburones de varios tipos (por suerte no gran blanco XD), una anguila gigante, almejas gigantes, y miles de cosas más. Además de la cantidad de cosas que ví y no sé nombrar. También en la bajada nocturna ví cangrejos enormes y varios animalitos más raros que durante el día están escondidos.
Más allá de las cosas específicas que ví, estar ahí abajo rodeada de corales y tanta vida marina junta alrededor tuyo, sin peceras, sin nada, es inexplicable. Otra cosa que es rara es el color. Nuestro ojos se adaptan bastante bien a ver abajo del agua, pero después de unos metros se pierde casi todo el rojo. Las pocas cosas que tienen rojo (y toda la gama de violetas, amarillos, etc) resaltan un montón. Eso es algo que no sale en fotos y que en vivo es impresionante.
Si van a bucear y planear sacar fotos, alquilen o lleven una cámara con flash. Yo bajé con la GoPro y por más que la definición esté buena, no le hace nada de justicia a los colores reales.
Los instructores y los buceadores en general son muy copados. En el barco van hasta 30 personas, y las edades iban desde 19 hasta 60 y pico, de todas las nacionalidades. El tiempo que no estás buceando estás comiendo o durmiendo, literalmente. Pero en esos momentos intermedios la verdad que conocí gente muy interesante, muchos viajeros, muchos viajeros que bucearon en todos lados del mundo. buenísimo.
Definitivamente planeo seguir buceando. Es increíble la felicidad que tengo después de estos días y las ganas de más que me quedaron. Y si alguno de ustedes viene para estos lados, no pueden pasar la oportunidad de hacerlo también. Vale la pena cada peso y minuto que inviertan.