La noche en Las Vegas venía muy bien. Ya las preliminares habían dejado buenos combates muy buenos y ni que hablar de la co-estelar donde Robbie Lawler (26-10-0) realizba su primer defensa del cetro de los welters frente al canadiense Rory MacDonald (18-2-0).
Este fue un combate que para muchos ya es considerada como la pelea del año y donde se vió a un campeón que supo hacer lo que debía. Y decimos esto porque la paciencia de Lawler lastimaba más que sus potentes golpes.
Su jab, marca registrada del californiano, marcaba la iniciativa a tal punto que en el 2° asalto el canadiense tenía su rostro bañado en sangre. Sin embargo el tercer asalto trajo la cuota de dramatismo que las peleas históricas deben tener y esto fue cuando una deliciosa high Kick de MacDonald puso en serios problemas a su rival quien debió soportar una tormenta de codazos y rodillaos que lo dejó muy mal trecho. Aún no sabemos como hizo Lawler para mantenerse de pie en el 4° round. El quinto ya lo encontró recuperado y después de un impecable recto de mano izquierdo que dio de lleno en la cara de MacDonald llegó el final y la victoria para el aún monarca de los welters.
