Mientras que la agencia de noticias rusa sostiene que se acerca un asteroide de casi 400 metros y supone un peligro real para nuestro planeta, la NASA sale a desmentirlos asegurando que se trata de un objeto ya identificado y que no se trata de ningún cuerpo riesgoso. ¿A quién creerle? Esa es la cuestión.
En un mundo signado por movimientos políticos, económicos y bélicos que anuncian una segunda guerra fría (que muchos dicen, está ya instalada), no es tan extraño comenzar a notar ciertas contradicciones que hasta hace unos años no se hacían, al menos, tan evidentes. Cierto es que los científicos pueden equivocarse, que también pueden caer en la tentación del titular rimbombante a la hora de buscar fondos para investigaciones, pero es interesante analizar el contexto mediático que ha tomado algo que, de alguna manera, se podría solucionar con un par de llamados y comparativas de datos entre gente de ciencia. Continuar leyendo