Se acercan las fiestas y pareciera que todo comienza a moverse a un ritmo vertiginoso…
Nos desplazamos a una velocidad diferente a la habitual y pareciera que estamos decididos a terminar lo que nos falta para cerrar el año con “todo en orden”, ya que, con la finalización del año se termina también un ciclo, pero también comienza otro nuevo.
Todos, en mayor o menor medida, entramos en un estado emocional diferente en el que juegan, en gran medida, nuestras expectativas acerca de lo que queremos hacer y tener y acerca de lo que deberían hacer los otros. Continuar leyendo