Por: Olivia D.
En nuestro post anterior, hablábamos de las nuevas tendencias para decorar las paredes. Hoy queremos detenernos específicamente en los “Murales Decorativos”: algo muy visto en la decoración en este último tiempo.
Un Mural Decorativo podría ser una buena alternativa en lugar de comprar un cuadro o un espejo. La idea es buscar un espacio libre en la pared del living, comedor o habitación y armar un mural con los elementos que más les gusten. Lo ideal es combinar objetos que los representen y les remitan a momentos, lugares o personas que les encante recordar: mapas de lugares, un cuadro hecho por ustedes, una postal, una foto de la playa, una letra, etc.
Busquen en sus cajones, bauleras y roperos y tengan en cuenta que pueden adquirir algunas cosas extra para complementarlo.
¿Qué tener en cuenta a la hora de idearlo?
Lo importante es pensarlo previamente. Pueden dibujarlo o armarlo en el piso como para ir probando y cambiando de lugar lo que sea necesario. Recuerden colocar los objetos medianamente cerca entre sí para que todo el mural tenga un hilo conductor y no se pierda la idea. Hay que buscar que el ojo arme a través del color algo armónico.
Algo muy positivo que tienen los murales es que suelen agrandar los espacios. Generalmente cuando se cuelga un cuadro o una lámpara en el techo, le das altura e integras el espacio porque tenés un objeto que te hacer mirar. Con los murales pasa lo mismo.
Algunos consejos
La pregunta es ¿quieren algo equilibrado? ¿Simétrico o asimétrico? ¿Quiero hacerlo crecer hacia arriba o hacia un costado? Háganse estas preguntas antes de empezar y tengan en cuenta qué les pide ese espacio. También pueden elegir qué lectura darle. Una opción puede ser colocar los objetos de derecha a izquierda disminuyendo su cantidad como si se fueran perdiendo hacia un costado. O si no, pueden colocarlos todos pegados y que se vayan separando de a poco. ¡Metan mano, anímense! En el peor de los casos, un poco de enduido y volvemos a arrancar.