Por: Fernanda Bolagay
La importancia de la educación financiera para los niños.
Hace algunos días hablamos sobre la importancia de educar desde los primeros años a nuestros hijos acerca del dinero. Con preguntas básicas como ¿de dónde proviene la plata? o bien con prácticas básicas que podemos incentivar, estaremos ayudando a entender de a poco cómo tener una buena relación con el dinero en el futuro.
Inconscientemente desde niños vamos aprendiendo comportamientos financieros… qué comprar y cuándo hacerlo. Cómo cuidar lo que tenemos y valorar lo que nos dan nuestros padres es una forma de comenzar a entender las finanzas domésticas.
La experiencia de ir al supermercados juntos es muy enriquecedora y debe tomarse como un ejercicio de enseñanza, que además puede ser muy placentero para toda la familia. Enseñar a nuestros hijos orden y una administración comienza desde casa. Los hábitos y el ejemplo son la mejor herramienta y la que más rápidamente se internaliza.
Generalmente las familias consumimos cada mes una lista básica de productos, tenemos un “top 10” en nuestra lista del súper, porque casi siempre terminamos preparando las mismas comidas con alguna mínima variación. Estas “típicas” de cada casa nos van acostumbrando a darles una prioridad en la lista de compras y a entender que hay otros productos –quizás muy tentadores- que en realidad no utilizamos ni necesitamos comprar.
Por eso, preguntarles qué es lo que ellos van a consumir, hacerlos pensar y que elaboren su propia lista de compras es una buena forma de comenzar. Dejarlos que pregunten es una manera de que vayan tomando conciencia acerca del consumo. Se trata de ir involucrándolos.
Las lecciones fundamentales que tu hijo aprenderá en el súper son 4:
1º Tomar conciencia de que las cosas que ellos consumen a diario provienen de algún lado, no son “inagotables” y hay que pagar cada una de ellas para tenerlas en casa.
2º La importancia de seguir la lista: para aprender a evitar el “quiero esto” es fundamental armar juntos un listado. Así empezaremos a enseñarles a hacer una compra inteligente. Incentivando una compra planificada y no por impulso ni por emoción generaremos el hábito de comprar lo que se necesita. Si podemos inculcar esto, estaremos evitando que cuando sea grande “recargue” la tarjeta de crédito (tengamos en cuenta que el 60% de las compras que uno hace con tarjeta son emocionales).
3ª La caja: el niño va a aprender que todos esos productos se tienen que pagar. Cuando hago elecciones veo los valores (y de paso repasamos las sumas y las restas en un contexto real!).
4º El tema de la tarjeta: explicar de dónde sacamos la plata para pagar esto, qué es un tarjeta… ¡Se van a sorprender con la imaginación que tienen los chicos para responder a estas simples preguntas! Al ver cada vez menos el efectivo, hay que explicarles cuál es el contacto que tenemos con el dinero. Dependiendo de la edad podemos incluso profundizar acerca de quién genera el dinero, la diferencia entre débito y crédito. Etc.
Sobre todas las cosas, tengamos presente que el chico necesita siempre explicaciones, no entiende el “porque no”. Sólo así podrá comprender por qué algunas cosas se compran y otras no. Las finanzas son parte importante de la educación, al igual que los buenos modales. Las buenas conductas hacia las compras nos ayudan a entender que hay opciones, que no solo existen sólo las marcas de la tv y que debemos ser responsables con lo que elegimos y consumimos.
…y el el próximo post: “El valor de ganarse el dinero” ¡Te espero!