Por: Fernanda Bolagay
¡Atención padres! Los hijos van creciendo muy rápidamente y hay algo para lo cual tenemos que estar preparados: el famoso “¡Dame plata!”
Primero serán algunos pesos para el recreo, luego para los cumpleaños de sus amigos. Más tarde empezarán las salidas, la ropa y así las necesidades de contar con efectivo se van diversificando y multiplicando. Entonces aparece la pregunta ¿hasta cuánto dinero podemos darle? ¿Es saludable que ellos manejen su dinero?
La respuesta es: sí, es muy educativo y saludable que desde la pre-adolescencia los jóvenes comiencen a manejar el dinero y a comprender su valor de uso, pero las proporciones y la dosificación debe ser cuestión de los padres.
Asignar un presupuesto
Les recomiendo que se animen a establecer un parámetro mensual de lo que podrán darles a sus hijos, para que ellos sepan que el dinero que se les provee tiene un límite y un orden. Comprender que no se puede pedir siempre más, y comenzar a organizar sus gastos en función a lo que disponen, es una manera muy inteligente de inculcar un hábito de autocontrol y responsabilidad.
Confiar
Si los adultos no confiamos en nuestros hijos, no podremos enseñarles el valor de la responsabilidad de sus actos. Otórgales un presupuesto es confiar en que ellos sabrán donde y para qué utilizarlo (¡eso si! cuando se acaba, no hay tiempo para arrepentimientos, el presupuesto es único y no se puede pedir ni un centavo más).
Ventajas para los padres
Además de la enseñanza que representa un presupuesto mensual para los hijos, también para los padres es una manera de organizar sus egresos y saber de antemano cuánto dinero necesitamos al mes.
Piensen, como ya dijimos en otros posts, que la mejor manera de hacer rendir nuestros ingresos es sabiendo cuánto necesitamos para vivir (es decir, conociendo exactamente cuánto gastamos de manera fija al mes).
Ya saben, padres, ¡manos a la obra! A organizar las finanzas de sus chicos!
¡Y Buenas finanzas para toda la familia!