Por: Fernanda Bolagay
En estos días, la estrategia de un nuevo banco que recientemente se ha instalado en el país llamó mi atención y me hizo volver a pensar en algo que siempre he sostenido: la importancia de las herramientas financieras en tiempos en los que los que el dinero sólo se vuelca al consumo.
Así, lo que abundan hoy son las compras de autos importados, el gasto excesivo en viajes y otras pocas formas de hacer uso inmediato de la poca o mucha liquidez excedente.
Conociendo esta realidad, el nuevo banco viene con propuestas: la idea de acercarnos a otro tipo de activos que no sea el consumo. Se trata de captar a un mercado en donde ofrecen financiamiento para otro tipo de cuestiones.
Y fue esa propuesta lo que me hizo cuestionar e invitarlos a que nos planteemos: ¿dónde está nuestro dinero, en el activo o en el pasivo? ¿Estamos realmente generando nuevos activos o estamos simplemente “quemando” el excedente? Hay activos que inmediatamente adquiridos se transforman en un pasivo, y esto depende de cada circunstancia. Un automóvil, por ejemplo, ya de por
sí trae aparejado gastos fijos y desgastes. Sin embargo, si el plan en utilizarlo para “ponerlo a trabajar”, el panorama cambia por completo y se convierte en un activo, es decir, en una puerta de entrada a un “dinero extra”.
Siempre nuestras decisiones financieras deben ir acompañadas por un plan y un pensamiento al mediano y corto plazo, aunque en el camino encontremos varias sorpresas (cepo cambiario, incertidumbres políticas, inflación, etc.)
Este país a través de su historia a demostrado que sorpresas siempre van a existir, lo importante es tener un objetivo financiero definido que a la corta o la larga se va a cumplir, porque como dicen los nuevos inversionistas de este Banco, toda crisis tiene una oportunidad según que tan preparados estemos y en este caso quien ahorro a tiempo puede beneficiarse de varias oportunidades que permitirán generar buenas finanzas.