Por: Fernanda Bolagay
Cuando termina un año, siempre me tomo un rato para pensar en las cosas que logré y las que aún tengo pendiente. Por eso, en esta nota te invito a darte una oportunidad: convencerte de que vos sos el creador de todo lo que hoy tenés y el artífice de lo que alcanzarás mañana.
Todo lo que es parte de nuestro presente fue atraído por nuestras acciones pasadas, hasta la más pequeña. Y no me refiero al esoterismo puro ni a la ley de atracción (aunque algo de esto puede haber) sino que me refiero a 3 aspectos que solemos descuidar y que, si los tomamos en serio, pueden cambiar nuestro porvenir:
- Hábitos: crear conciencia acerca de nuestras acciones cotidianas es lo que nos ayuda a revertir algunas partes de nuestro modus operandi que no está ayudándonos o que interfiere en el logro de ciertos objetivos. Hacer algo diferente, priorizar de otra manera las cosas, establecer parámetros de conductas distintos y cambiar el ángulo desde el cual observamos nuestros problemas es una manera de encontrar nuevas soluciones (¡que siempre las hay, claro que sí!).
- Creencias: Todo lo que hacemos es producto de lo que hemos aprendido. Lo que vimos, lo que vivenciamos y lo que escuchamos durante niños es lo que nos marca durante la adultez (aún sin darnos cuenta). Te planteo este desafío: ¿te acordás qué se decía en tu casa acerca del dinero? ¿recordás qué palabras se usaban? ¿qué hacían tus padres con el dinero? Ahora, pensá de qué manera todo eso se refleja, de alguna forma, en tus decisiones cotidianas. ¡Tomá cartas sobre el asunto, creá tu nueva forma de actuar!
- Información: cuando estamos enfermos, acudimos al médico, cuando tenemos consultas legales, llamamos a nuestro abogado, cuando necesitamos relajarnos, acudimos algún centro especializado. En cambio, cuando tenemos problemas financieros ¿a quién pedimos ayuda? De hecho, mucha gente ni siquiera sabe que existimos los asesores financieros y que, además, existen herramientas para hacer frente a problemas como la inflación.
Como tantas otras cosas en la vida, ahorrar, comprar una casa, viajar o hacer crecer nuestro negocio, son objetivos que sólo se cumplen si aprendemos a planificar con visión estratégica, y utilizando herramientas y recursos que los especialistas pueden poner a nuestro alcance.
Comenzá a planificar tu 2015, ¡buenas finanzas!