Los signos del zodíaco occidental que provienen de la Mitología Griega

Con total sinceridad y sin eufemismos podré referir que nunca creí en el horóscopo, ya sea el occidental o el chino, o en ningún otro si es que existiese. No obstante, un cierto día se me ocurrió cavilar en la posibilidad de que el nombre de mi signo, Tauro, estuviese relacionado con un personaje de la Mitología Griega: el Minotauro. Así fue como, luego de indagar algunos libros, alegremente descubrí que efectivamente el monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro era uno de los disparadores nominales del signo en cuestión y a partir de ello mi interés por el Zodíaco se incrementó en dirección a la etimología de todos los signos del horóscopo occidental. Luego de la pesquisa pertinente, supe que la totalidad de los signos estaban relacionados con la Mitología Helénica, aunque en ciertos casos la correspondencia no sea exclusiva de ella. En ese sentido, en esta publicación desandaremos el camino en esa trayectoria. Ya que hemos adelantado información, comenzaremos por Tauro.

El nombre del signo Tauro tiene como referencia al Minotauro, esa bestia llamada Asterión con cuerpo de hombre y cabeza de toro que Minos, rey de Creta, tenía encerrado en un laberinto diseñado por Dédalo, el arquitecto más famoso. Dado que Creta había derrotado a los atenienses, estos debían pagar como tributo la entrega de hombres y mujeres vírgenes para que su carne alimentara al engendro, confinado en su laberíntica morada. La leyenda del Minotauro la estudiaremos en nuestra próxima publicación, pero por ahora nos alcanzara con saber que fue asesinado por el hijo del rey de Atenas, el legendario Teseo, quien se ofreció a ser uno de los siete varones para aprovechar la oportunidad de matar al Minotauro. Sin embargo, otras versiones indican que, en realidad, la relación del signo con la Mitología Griega está dada por el padre del Minotauro, es decir, aquel toro blanco en el que Zeus se mimetizó para raptar a Europa.

El segundo signo a analizar es el de Aries. Una vez más, su etimología nos remite al ya conocido por nosotros Ares, dios de la guerra y del odio. El porqué de esta asimilación tiene que ver con que, en términos astrológicos, Aries está regido por el planeta Marte, que no por casualidad es el nombre que los romanos adoptaron para identificar a Ares. Paradójicamente, el signo está caracterizado con una cabra o cordero, que en realidad consigna el mito de Frixo, un joven griego que a punto de ser sacrificado en un rito, fue rescatado y salvado por un carnero que descendió del Olimpo. En agradecimiento, Frixo sacrificó al animal en honor a… Ares. Es significativo saber que de este mito griego se desprende el concepto de “Cordero de Dios” en la religión cristiana, que baja de los Cielos como este carnero que descendió del Olimpo para salvar a Frixo.

En tercer lugar tenemos el signo de Géminis. Su símbolo representa a las estrellas Cástor y Pólux. Ahora bien, en la Mitología Griega, Cástor y Pólux (también llamados Dioscuros) eran hermanos gemelos de Helena, la hermosa esposa de Menelao, rey de Esparta, que fue secuestrada por el príncipe troyano Paris, acción que precipitó la guerra de Troya. Los gemelos eran hijos de la bella Leda, que en una misma noche se unió sexualmente con su marido Tindareo y con Zeus metamorfoseado en cisne, razón por la cual se dice que Cástor y Pólux nacieron de un huevo de ave. La cuestión es que dada su mitad mortal y su mitad inmortal, alternaban su estadía en el Hades, como humanos y en el Olimpo, como dioses. Es así como ambos brillan en el cielo como las luminosas estrellas, por supuesto llamadas Cástor y Pólux, aquellos Gemelos inseparables que también dieron razón de ser al signo de Géminis…

En el caso de Virgo, es precisamente una virgen la que da nombre al sexto signo del Zodiaco  Hija de Zeus y Temis, Astrea es la última Titánide que quedó en la tierra luego de que los Titanes fueran derrotados por los Olímpicos. Tanto Astrea como su madre fueron protegidas por Zeus dado su vínculo de sangre y a partir de su divinización, la joven prometió a Zeus cargar y transportar en sus brazos los rayos del dios a cambio de que la dejara ser virgen eternamente. Portadora de la balanza de la Justicia, fue ubicada en el cielo cerca de la constelación de Libra.

Asimismo, una adaptación consigna al signo de Libra el casamiento de Harmonía, hija de Ares y Afrodita, con Cadmo, el fundador de Tebas. La balanza que inviste al signo, según este relato, estaría relacionada con los regalos que Harmonía recibió  de Atenea (un peplo) y de Hefesto (un collar), en una evidente competencia entre ambos dioses para ver quien hacía el regalo más importante, resultando de  igual valor para la joven. Sin embargo, dado que Harmonía es el fruto de la infidelidad de Afrodita con Ares en perjuicio de su esposo Hefesto, el collar que éste último regaló a la novia traía la desgracia a quien lo poseyera…

La batalla entre Titanes y Dioses también se relaciona con el signo Capricornio, ya que Zeus utilizó la piel de la cabra Amaltea para fabricar su armadura y su escudo, el cual lo prestó en distintas ocasiones a sus hijos Apolo y Atenea. Sin embargo, la cabra Amaltea, que representa al signo en cuestión, tuvo una misión mucho más relevante y fue la de amamantar al propio Zeus al nacer: Cronos, temiendo que se cumpliese el Oráculo y ser derrocado por sus hijos, decidió tragárselos apenas iban naciendo. Así fue como devoró a Poseidón, Hades, Hera, Hestia y Démeter. Cuando se disponía a hacer lo mismo con Zeus, su esposa Rea escondió a su hijo en la Isla de Creta y el joven dios creció alimentado con la leche de la cabra Amaltea. Cuando Zeus creció, cortó la panza de su padre y liberó a sus hermanos.

En el signo Escorpio, éste obtiene su nombre del escorpión que libró a Àrtemis, diosa de la Luna, de ser violada por el Gigante Orión. Cegado por su padre Enopión al nacer, desarrolló el sentido del olfato, el cual le sirvió para perseguir a Artemis cuando la percibió bañándose en un bosque. En el momento en que se disponía a vejarla, un escorpión lo picó mortalmente, por lo que Artemis bendijo al insecto y lo elevó al cielo. Por su parte, Zeus, apiadándose del destino de Orión, lo elevó hasta las estrellas dando origen a la Constelación, precisamente, de Orión.

En Leo, el nombre del signo proviene del León de Nemea, el felino más grande de la mitología griega, al que Heracles dio muerte para cumplir con el primero de los doce trabajos que su primo Euristeo, rey de la Argólida, asignó al héroe de forma arbitraria. En realidad, creyendo Euristeo que Heracles moriría en el intento, le impuso la misión de obtener la piel del animal, la cual era tan gruesa que era impenetrable para cualquier tipo de armas. Sin embargo, Heracles lo acorraló en su cueva y lo estranguló para luego despellejarlo.

En Sagitario, el símbolo que lo representa es un centauro, ser con cuerpo mitad de caballo y mitad de hombre. Los centauros eran seres violentos pero también tenían gran sabiduría, sobre todo Quirón, tal vez el más famoso por ser el maestro de Aquiles, el héroe de la guerra de Troya. Sin embargo, hay otros hechos relevantes dentro de la Mitología Griega, como la batalla que se desató en la boda de Pirítoo, cuando los centauros se embriagaron en demasía e intentaron violar a las mujeres. Finalmente, Pirítoo, con la ayuda de Teseo y los lapitas, lograron derrotar a los altivos centauros.

Acuario debe su nombre, aunque de forma indirecta, a Odiseo, el rey de Ítaca que creó el artilugio del Caballo de Madera para engañar a los troyanos, ingresar fácilmente a la ciudadela e incendiarla. No obstante, el regreso a su hogar estuvo signado por un casi interminable periplo por las distintas aguas, operación que da lugar a Acuario como identificación del undécimo signo del Zodíaco.

En el caso de Piscis, el signo está relacionado con, Afrodita y su hijo Eros en una versión, y con las Sirenas según otra interpretación. De acuerdo a la primera, la diosa y el dios del amor huían del monstruo marino Tifón y fueron transformados en peces para el engendro no los devorase. Según la segunda concepción, el signo remite directamente a las Sirenas, aquellos seres mitad peces, mitad mujeres que encantaban a los marinos con sus cantos para que estos naufragaran y así poder comer su carne. 

Por último, el signo de Cáncer tiene su lazo con la Mitología Griega en una versión alternativa del enfrentamiento de Heracles con la Hidra de Lerna, un monstruo de nueve cabezas, al cual el héroe mató cercenándole cada una de ellas. En dicha versión, Hera envía un cangrejo para que el héroe se distraiga y el monstruo le dé muerte, pero Heracles aplasta con sus pies al cangrejo y prosigue en su lucha con la Hidra. De esta concepción, entonces, nace el signo de Cáncer.