Hace unos días leí un artículo de Martín Zariello donde planteaba una tesis imposible de comprobar, pero no por eso menos interesante: ¿qué hubiese pasado si John Kennedy Toole, el autor de La conjura de los necios, viviese en nuestros tiempos?
Zariello decía lo siguiente: “Si John Kennedy Toole viviera en la actualidad, no se hubiese suicidado. De alguna forma su novela terminaba en Internet. (…) Obviamente, no lo leería nadie. Pero Toole no se suicidaría. Los bloggers no se suicidan, se van a Twitter”.
En otras palabras, lo que plantea el autor del blog IL CORVINO, es la figura de un una red social que sustituye los estímulos emocionales e intelectuales que no fueron adquiridos en la vida real. Hasta este punto, está todo claro. Twitter como un lugar donde es casi imposible sentirse solo.
Pero este artículo, sirve para plantear el otro extremo del asunto: ¿cuántos libros no fueron escritos por una continua interacción en Twitter? Es habitual leer tuits, de reconocidos escritores, desde las ocho de la mañana hasta altas horas de la noche. En ocasiones, es imposible no preguntarse: ¿cuándo escriben esos libros que sacan cada cuatro o cinco meses? Pero eso ahora, no importa. Para responder el principal interrogante, y, parafraseando a Borges, a través de un abuso de la estadística, realizaré un simple cálculo:
Una página en Word tiene alrededor de 2500 caracteres. Por tanto, una novela de 220 páginas en Word, nos daría un total 550000 caracteres. (2500 caracteres x 220 páginas.)
Entonces, ¿cuántos tuits tendríamos que escribir para alcanzar los mismos caracteres que incluye un libro?
Establezcamos, arbitrariamente, un número de caracteres promedio por tuit: 100.
Al dividir 550000 por 100, obtenemos la contundente cifra:
Cada 5500 tuits, se escriben los mismos caracteres que en un libro promedio.