Gracias totales

#Minitah

No es tarea fácil transportar a las personas a otro lugar con tan sólo una melodía, mucho menos cuando dentro de ella se enlazan palabras hechas poesía. Algunos rezan, otros tienen libros de cabecera, y existen los que escuchan música como medicina paliativa.

Foto: www.damianbenetucci.com.ar

Gustavo Adrián Cerati (1959-2014)

Fuiste magia, poesía, amor y melodía. Con tu juego de seducción reuniste multitudes frenéticas, tu canción vuela en remolinos, y sería un crimen que alguien se vaya de este mundo sin antes escucharte. Te tratamos suavemente mientras un rapto de inconsciencia te mantenía un poco más allá, una sudestada de emociones estalla en los corazones, delatores de la tristeza que produce saber que no vamos a volverte a ver, sino te veremos volar.

Queda en ésta ciudad la furia de tu canto, la brisa de tus guitarras, tu picnic de palabras. El tiempo fue arena en tus manos, pero naciste para ésto y fuiste un prófugo de la música para cantarnos los mejor de vos. Te pusiste el uniforme de piel humana para compartirnos cristales de amor amarillo, de ése talento que sólo obtienen los seres que fueron tocados por un ángel eléctrico.

Creo que todos pensábamos que no te ibas, que te quedabas aquí. Confiábamos en tu fuerza natural, suponíamos que tardaría en llegar y al final habría recompensa. Ahora entiendo que el premio es tu descanso en paz. Sólo puedo afirmar una cosa: recordarte es un hermoso lugar.

Has llegado hasta el fin con los brazos cansados, pero nos habías prometido que no moriría lo que debe sobrevivir a una terapia de amor intensiva, y te esperábamos, ¡cómo te esperábamos! Desde acá desordenaremos átomos tuyos para hacerte aparecer en el éter como clave de sol. Vos bien recitabas: y uno toma otro barco, aunque no quiera hacerlo. Pasó el temblor pero no te despertaste, hay una grieta en el corazón de todos los amantes de la música.

El gran desafío en la vida es pasar por ella dejando una huella en el otro, tengo la fiel convicción de que lo lograste. Disco eterno, eso es lo que sos, una recopilación de las más sabias palabras y los mejores acordes. Yo sé que decir adiós es crecer, porque vos lo predicabas, pero no voy a despedirte porque vas a seguir sonando en todas partes. Estarás sirviendo té para tres allá arriba y harás un recital con el Flaco, Moura y “La negra” Sosa. Buen viaje Gustavo, usa el amor como un puente, llega más lejos todavía.

Gracias totales.