Por: Fernando Taveira
Llegó de Mozambique, su país natal, para conquistar Europa con el Benfica y llevar a Portugal a su mejor actuación en la historia de la Copa del Mundo: el tercer puesto en Inglaterra ‘66. Eusebio Ferreira Da Silva, apodado la “Pantera Negra”, fue comparado en múltiples ocasiones con Pelé, pero lo cierto es que mientras el brasileño era considerado un excelente constructor del juego ofensivo, el portugués era el especialista en romper la solidez de las defensas rivales.
Arribó al Benfica en 1961 y un año después conquistó la Copa de Europa, disputando la final ante el poderoso Real Madrid de Alfredo Di Stéfano. Aquella hazaña significó el segundo título continental que el club de Lisboa llevó a su vitrina. Fue convocado por primera vez por la selección lusitana en 1962, y hasta el día de su retiro, en el mes de febrero de 1979, fue considerado el máximo referente del equipo.
Nació en Lourenco Marques, el 5 de enero de 1943, y fue distinguido con el “Balón de Oro” en 1965, aunque su mejor temporada haya sido la de 1972/73, cuando batió el récord de la época al anotar 42 goles en la Liga local. De todos modos, el mundo se fijó en él en 1966, cuando convirtió 9 tantos en la cita mundialista organizada por el país británico. Aquella producción le valió para embolsarse un premio que ascendía a las 1.000 libras esterlinas concedido por el periódico “People”, como así también el que le otorgó un casino inglés, como recompensa por demostrar que el número 13 no significa la desgracia.
En diálogo con Luis Suárez, el histórico español que ganó el “Balón de Oro” en 1960 y se ubicó en el tercer lugar el año que se lo quedó la “Pantera Negra”, resumió el nombre de Eusebio como “un jugador extraordinario, para mí está entre los mejores cinco de la historia, porque era muy completo: tenía buen remate, velocidad, agilidad, técnica… era un grandísimo delantero y una magnifica persona”.
Naturalmente, el ex jugador del Barcelona y del Inter también recordó la competencia que existía en aquellos tiempos: “En nuestra época cada uno peleaba por ser el mejor, cada uno defendiendo lo suyo… pero éste era fantástico… y eso se nota porque ha hecho historia con el Benfica y la selección nacional portuguesa. Los homenajes que le han hecho te da la dimensión de lo que era como futbolista”.
Sin dudas, Eusebio dejó un legado que hasta el día de hoy lo intentaron tomar jugadores como Luis Figo, Rui Costa o Cristiano Ronaldo. En la actualidad, el galáctico del Real Madrid está siguiendo los pasos de su maestro a la perfección, tal es así que en Alemania 2006, el arrogante delantero consiguió llevar a Portugal a las semifinales del certamen, aunque la caída en el último partido frente al combinado germano privó al elenco de Luiz Felipe Scolari escalar al último escalón del podio. El fútbol lo extrañará, pero el recuerdo permanecerá vigente para uno de los mejores jugadores que brilló en una Copa del Mundo.