Por: Jimena Friadenrich
Al salir cruzamos la calle y entramos entramos al Sendero Carayá, donde Sebastián, nuestro guía nos cuenta lo que vamos a ver… El Mono Carayá o Aullador negro es curiosos, emiten potentes gritos; los machos adultos son negros, el pelaje de las hembras es marrón y el de las crías amarillento.
Los Carayás están especialmente adaptados a la vida en los árboles, donde tienen sus dormideros, y sólo excepcionalmente bajan al suelo, donde sus desplazamientos son más torpes. Su larga cola prensil les sirve como quinto miembro pata facilitarles el equilibrio y el desplazamiento.
Son herbívoros: se alimentan de brotes, hojas y frutos que recogen en árboles y enredaderas.
Suelen desplazarse en grupos, de rama en rama, siguiendo a menudo las mismas rutas, deteniéndose a veces frente a los cruces dificultosos para aguardar las decisiones del macho mayor del clan. Desde que nace la cría hasta que alcanza los seis meses de edad, la madre la lleva aferrada a su regazo, luego se prende al dorso de la hembra.
La cría ya crecida aún no sabe usar la cola para desplazarse de rama en rama y la madre sigue transportándola sobre su lomo. Su hábitat natural son las selvas tropicales, subtropicales y en galería, donde la foresta es densa y además de árboles de gran porte hay bambúceas, arbustos, hierbas, epífitas y lianas.
Desde la segura protección del ramaje, el Aullador emite su característico grito buscando amedrentar al posible enemigo. La especie es notablemente social y forma grupos complejos o clanes. En horas de bajas temperaturas, los Carayás se agrupan en las ramas altas buscando el calor del sol.
El aullido sirve al parecer para señalar el territorio y a menudo es iniciado por un macho y continuado luego por otros. Ante la presencia de algún peligro por lo general las hembras y juveniles se limitan a chillar, mientras las madres con crías se refugian en las ramas más altas y los machos se acercan en actitud amenazantes.
Cuando se siente observado, a menudo el Carayá le da la espalda al observador y cada tanto le echa miradas por encima del hombro. La longitud de tronco y cabeza es de alrededor de 65 cm y la de la cola, de 70 cm.
http://www.youtube.com/watch?v=JgJ1qcCkWvc
Lo que es verdaderamente mágico son las pequeñas hojas que caen sobre uno antes de verlos, es lo que hace completa la experiencia!
Jimena Friadenrich
para Tur Aire Libre
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