Por: Jimena Friadenrich
El casco histórico de San Isidro conserva numerosos inmuebles de gran valor patrimonial, entre los que se destaca particularmente la quinta “Los Ombúes” por su antigüedad, por la sucesión de las personas relevantes que la habitaron y por su privilegiado enclave sobre las barrancas junto al Río de la Plata. Con aportes en su arquitectura realizados entre los siglos XVIII y XX, la casona original del período virreinal fue testigo, según la tradición, del paso de figuras de trascendencia como José de San Martín, Juan Martín de Pueyrredon y Manuel Belgrano, en la época en la que Mariquita Sánchez de Thompson fue su propietaria.
Con los años llegaría a manos de la familia Beccar Varela, que vivió allí hasta el año 2005 y, por tal motivo, esta atractiva casa conserva aún en sus espacios la memoria de los acontecimientos familiares y los juegos infantiles.
El 10 de septiembre de 2005 –cumpliendo el deseo del Dr. Horacio Beccar Varela– se hizo efectiva la donación de la Quinta “Los Ombúes” a la Municipalidad de San Isidro. La generosidad del donante hizo posible que esta propiedad pudiera albergar al Museo, Biblioteca y Archivo Histórico de San Isidro, perpetuando su nombre en el recuerdo de los sanisidrenses, en la admiración de los visitantes y en el orgullo de sus descendientes.
Consecuentemente, la Municipalidad de San Isidro dispuso la restauración general y la puesta en valor de la casa, para adecuarla a las exigencias de su nuevo destino, aunque respetando los aspectos y características propias de su arquitectura y su paisaje.
El 16 de mayo de 2006, durante la intendencia del Dr. Gustavo Posse, a 300 años de la fundación de la Capellanía en homenaje al Santo Labrador que, con los años dio origen al pueblo, fue inaugurado el Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal en la casa y solar de la Quinta Los Ombúes –con el nombre de “Dr. Horacio Beccar Varela”– para continuar con su misión de conservar, proteger y difundir nuestro patrimonio cultural.
Luego, merced a las gestiones de la Municipalidad ante la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, el Decreto P.E.N Nº 1.284 del 2 de octubre de 2007, declaró a la Quinta “Los Ombúes” como Monumento Histórico Nacional.
El Museo
Los museos denominados locales suelen ser un repertorio de lo heterogéneo; y este museo no podría ser una excepción a este paradigma. Su colección permanente (proveniente de donaciones y préstamos de vecinos, de estudiosos de la historia de San Isidro y de descendientes de protagonistas con destacada actuación en el ámbito local), comprende los más variados objetos y testimonios.
Muchos de ellos son simples expresiones de la vida cotidiana: platos, frascos, llamadores de puerta, patentes de automóviles, etc., que, con el paso del tiempo y su apelación a la memoria, se han transformado en elementos musealizables y hoy son exhibidos en las vitrinas del Museo como reliquias de la comunidad; su único nexo recíproco es haber pertenecido a unos “antepasados comunes”, ya no de tal o cual familia, sino del pueblo entero. La donación o préstamo de estos objetos memoriosos contribuye a recuperar, resignificar y fortalecer nuestra identidad y nuestro sentido de pertenencia, y evidencia de qué modo el patrimonio del Museo puede y debe seguir creciendo con el aporte de la propia comunidad.
Un sector de singular identidad y encanto es el patio de la casa, con su solado ajedrezado y rodeado de columnas, en cuyo centro se emplaza el aljibe con su brocal. Este espacio, otrora centro de las reuniones familiares, funciona como un prólogo amigable a la visita del resto de las salas que, prácticamente, lo rodean.
En uno de sus laterales pueden verse los fragmentos de la puerta de la casa de la calle Misiones en Montevideo, delante de la cual fue asesinado Florencio Varela, abuelo del Dr. Horacio Beccar Varela. Se encuentra en el mismo lugar en que la familia Beccar Varela solía exhibirlo como reliquia familiar. En otro de sus laterales, se encuentra la maquinaria del antiguo reloj floral de la plaza, que marcó el paso de los días y las horas en el entonces pueblo patriarcal.
Los locales destinados para salas de museo son los que habían ocupado, en otro tiempo, las habitaciones familiares; son espacios que retienen su tranquila calidez, su escala íntima, silenciosa, que la expresión de su museografía debe respetar. Es decir, el origen doméstico del lugar impone limitaciones a la libertad museográfica, que a la vez, son desafíos a la hora de procurar unequilibrio entre la integridad y autenticidad del contenedor material (recuérdese su condición de monumento nacional), y la correcta exhibición de los objetos.
En la Sala “San Isidro”, entre tantos aportes de los vecinos, se exhibe un plato que perteneció al Hotel San Isidro, demolido en 1935. De origen suizo, fabricado especialmente con el monograma HSI, es la única expresión material que ha sobrevivido del viejo hotel que fuera foco de la más variada actividad social.
Un ladrillo con la inscripción Tejeduría don Ernesto de las Carreras, retiene la memoria de una industria en la que San Isidro fue productor pionero.
Cabe mencionar, junto a dos esculturas de la artista argentina Lola Mora, la antigua puerta de la Posta de Pueyrredon, y los frascos de la Farmacia Perlender.
Un espacio particular se ha dedicado a Mariquita Sánchez, una de las más recordadas propietarias de la Quinta “Los Ombúes”, de destacada actuación en la sociedad de su tiempo. Entre los objetos que pertenecieron a la ilustre patricia se destacan un abanico federal de carey y plumas, otro de papel (recientemente restaurado) con alegoría de las cuatro estaciones, y una silla de estrado.
Asimismo, se encuentra en exhibición la colección de medallas de las treinta y ocho “Damas Patricias”, acuñadas por la Sociedad Patricias Argentinas “Dios y Patria”, en 1910.
La Sala “fundacional“, dedicada a los orígenes del pueblo de San Isidro a partir de la fundación de la Capilla y su Capellanía por el capitán don Domingo de Acassuso en 1706, exhibe diversos objetos y testimonios, acompañados por una ágil e ilustrativa infografía. Un recorrido por esta sala permite comprender, de un modo didáctico, cómo un sueño y una devoción dieron origen a este poblado bonaerense.
Se exponen, en esta sala, la pila bautismal del primitivo templo (demolido en 1895) con la inscripción “año 1778″, y la cruz de hierro en que remataba una de sus torres.
El salón de la Quinta “Los Ombúes”, en el sector más antiguo de la casona, es el único local que ha sido preservado en la disposición de su espacio y su mobiliario, como en los tiempos en que la casa era habitada por la familia Beccar Varela. En esta sala se exhiben obras pictóricas, muebles, objetos y documentos que pertenecieron a Florencio Varela, Justa Cané, Cosme Beccar, María Varela y sus descendientes.
Entre tantos testimonios materiales de singular valor, cabe mencionar la magnífica miniatura de J. P. Goulu, que representa a un joven, muy probablemente Florencio Varela, (exhibida junto a un bucle de su cabello cortado por José Mármol luego de su trágica muerte en Montevideo), su cómoda escritorio de estilo neoclásico y el Cristo del siglo XVIII que la familia Beccar trajo desde España al trasladarse al Río de la Plata.
De no menor atractivo espacial, dos salas igualmente abiertas al jardín, se han destinado a exposiciones temporarias. Su montaje, en soportes respetuosos de la condición patrimonial de estos locales, permite renovar anualmente el interés del público a través de nuevos enfoques temáticos del pasado sanisidrense.
La Casa
De la Suerte Nº 57 a la Quinta Los Ombúes
El propietario más antiguo de la chacra donde se emplaza la Quinta Los Ombúes fue Pedro de la Torre, quien recibiera la parcela en 1580 con el reparto de tierras de Juan de Garay.
En 1612 su propietario fue Alonso Díaz Ferreyra y en 1706, cuando la chacra estaba a nombre de Gonzalo de Zárate, Domingo de Acassuso adquirió una parte de las tierras para destinarla a la capellanía y la capilla que, con los años, devino en el antecedente más concreto del origen de San Isidro.
Reducida la chacra a la mitad, sus nuevos propietarios fueron Juan López y su esposa Francisca de Rojas, quienes la vendieron en 1764 a José de Olivares y Garaigorta.
Para esta fecha encontramos la primera referencia sobre una construcción de forma rectangular con dos locales y zaguán, ubicada sobre la barranca, situación geográfica elegida por su cercanía al agua y por la brisa saludable proveniente de su entorno natural. A partir de entonces, esta arquitectura original registra y acumula un proceso de cambios constructivos y estéticos que testimonian casi tres siglos de historia habitada.
En 1784 Cecilio Sánchez de Velazco, Alcalde de primer voto del Cabildo de Buenos Aires, compró la propiedad y, en 1812, la heredó su hija, la célebre Mariquita Sánchez de Thompson quien la vendió en 1829 a Rosa Azcuénaga de Santa Coloma, cuya familia tuvo destacada actuación durante el virreinato.
En 1867, la chacra pasó a manos de Pascuala Beláustegui de Arana, esposa del Dr. Felipe Arana, Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Juan Manuel de Rosas.
Desde 1872, la Quinta Los Ombúes fue propiedad del jurisconsulto Dr. Eduardo Lahitte, abuelo de Roque Sáenz Peña, y, en 1881, la adquirió el matrimonio del Dr. Cosme Beccar y María Varela, quienes ampliaron la estructura original alrededor de un gran patio cuadrangular con aljibe, con una serie de locales destinados a los dormitorios de sus hijos (hoy salas del museo) y a las áreas de servicio, configuración básica edilicia que se mantiene en la actualidad.
Entre los 10 hijos de aquella familia, cabe mencionar a Adrián Beccar Varela -de prolífica labor en la función pública- y al Dr. Horacio Beccar Varela.
Con el acuerdo de los demás herederos, la quinta “Los Ombúes” pasó a manos de Horacio casado con María Cristina Castro Videla. Fueron ellos quienes, a la moda de la época, alrededor de 1925, rediseñaron el patio en estilo español o neocolonial con la inclusión de columnas, arcos y revestimiento de mosaicos y, en 1932, anexaron al comedor una habitación con chimenea, que es hoy parte de la sala de lectura.
Como curiosidad, vale mencionar que, en 1928, Manuel Mujica Lainez se hospedó en la histórica casa, para completar sus estudios en el Colegio Nacional de San Isidro. (Leer texto “Yo viví aquí” / 1965 – “Soneto para la casa vieja“)
El Dr. Horacio Beccar Varela fue quien dispuso que “al fallecer el último de mis hijos se consolide el dominio en la Municipalidad de San Isidro…”.
En el año 2005, al hacerse efectiva la donación de la propiedad, la Municipalidad de San Isidro dispuso su restauración general y puesta en valor para adecuarla a las exigencias de su nuevo destino, aunque respetando los aspectos y características propias de su arquitectura.
En atención a sus méritos históricos la Quinta Los Ombúes fue declarada Monumento Histórico Nacional en el año 2007 para su preservación como testimonio del pasado local y nacional.
Jardín – Paseo “Cosme Beccar”
Como parte de los amplios espacios que conforman la Quinta Los Ombúes, se encuentra el jardín con barranca.
Allí, quien lo desee, puede encontrar el marco natural propicio que acompañó en el pasado a los ocupantes de la Quinta, para dedicar un grato momento a la lectura y a la distensión, a pasos del centro sanisidrense.
La barranca de este Paseo fue declarada Parque Natural Municipal en el año 2009 con el objetivo de salvaguardar una muestra interesante de talar de barranca, formación boscosa nativa de la provincia de Buenos Aires en grave peligro de extinción.
La Dirección de Ecología y Conservación de la Biodiversidad de San Isidro, a cargo del asesoramiento técnico del área protegida, comenzó las tareas de relevamiento y elaboración del futuro plan de manejo.
En lo relativo a la fauna, ya se han avistado unas 62 especies de aves, comadrejas overas y una muy interesante diversidad de insectos, entre los que vale la pena mencionar, la mariposa Bandera Argentina.
La importancia de las especies nativas
Las especies nativas o autóctonas son aquellas originarias de un lugar o que llegaron allí mediante procesos naturales. Estas se relacionan entre sí y con el medio que las rodea. Todo esto: los organismos, los elementos e incluso las relaciones que se establecen entre ellos, conforman un ambiente. Cuando la flora autóctona es reemplazada por especies exóticas se reduce la cantidad de alimento y refugio para muchas especies animales nativas que dependen de ellas para prosperar. De esta manera disminuye la biodiversidad (cantidad de especies de flora y fauna que habitan un lugar).
La modificación de ambientes naturales, ya sea por invasión de especies como por su transformación en cultivos, plantaciones artificiales o urbanización, es una de las principales causas de extinción de especies en todo el mundo. En este jardín se pueden hallar, entre otras especies autóctonas, ejemplares de ombú, espinillo, tala y un algarrobo blanco (Prosopis alba) que fue declarado Monumento Natural Municipal, por tener una antigüedad de más de 200 años y ser uno de los últimos de esta especie en el partido. Este árbol, típico del talar que cubría las barrancas de San Isidro, está en peligro de extinción en la provincia de Buenos Aires.
VISITAS GUIADAS
Las visitas guiadas se realizan los domingos a las 15:30 (de abril a octubre) y a las 16:30 (de noviembre a marzo).
Las visitas escolares o particulares deben concertarse por teléfono o por correo electrónico.
Informes: 4575-4038 (int. 30) / visitas@quintalosombues.com.ar
VISITAS ESCOLARES
Visitar la Quinta Los Ombúes es una actividad rica en aprendizajes, motivadora y con el carácter recreativo que tienen siempre las salidas escolares. Es la ocasión para compartir entre pares y docentes momentos vinculados con la historia, la belleza y la naturaleza en un lugar único.
Para ello es importante, comunicarse para concertar con antelación la fecha y hora de la visita.
VISITAS PARA PERSONAS CON DISCAPACIDAD
Reconociendo la necesidad de contemplar las distintas realidades de nuestros visitantes, buscamos la forma de recibir como se merecen las personas con discapacidad. Disfrutar de la Quinta está al alcance de todos y nos agrada poder satisfacer, con creatividad, las inquietudes de quienes se acercan a nosotros.
VISITAS EN EL JARDÍN
Con temas variados y una mirada diferente, las visitas en el jardín tienen como objetivo atraer al público de todas las edades para que descubra y disfrute al máximo del entorno natural único que rodea la casona.
RECREACIONES HISTÓRICAS
Todos los terceros sábados de mes, el Tercio de Cántabros Montañeses realiza sus prácticas en la Quinta Los Ombúes. Como salidos de las páginas de un libro, los recreadores evocan escenas costumbristas, recorren el interior de las salas, el jardín y el casco local interactuando con los visitantes. Campamentos, armas, desfiles y muestra de evoluciones de infantería se suceden, mes a mes, en el marco excepcional que brinda nuestra casa colonial.
CONFERENCIAS Y PRESENTACIONES DE LIBROS
Estas actividades se realizan regularmente y proponen un espacio de actualización y reflexión sobre los más variados temas de patrimonio cultural, particularmente aquellos que se refieren a nuestra historia local y nacional.
CURSOS Y SEMINARIOS
A través de cursos y seminarios planificados según las inquietudes de un público cada vez más interesado, desplegamos un programa siempre renovado que incluye el tradicional Curso de Historia de San Isidro, dictado por el Instituto Histórico Municipal y el Curso de Guías de Turismo de San Isidro.
MUESTRAS TEMPORARIAS
Cada año inauguramos una exposición que profundiza la mirada sobre diferentes aspectos de nuestra colección permanente o bien se abre a otras temáticas de interés general. Es una oportunidad para renovar la visita a la Quinta y acercarse a sus muchas actividades.
ACTOS ACADÉMICOS
Como en el caso de la Academia Provincial de Ciencias y Arte San Isidro y el Instituto Cultural Argentino-Uruguayo, entre otros, las instituciones del Partido afines a nuestra misión, se integran con sus propias actividades.
ENTRADA
La entrada a la Quinta Los Ombúes es libre y gratuita. Los fines de semana los visitantes pueden colaborar de forma voluntaria con un bono contribución en beneficio de la Asociación de Amigos.
HORARIOS
MUSEO
Abril a Octubre: Martes y jueves de 10:00 a 18:00 / Sábados y domingos de 14:00 a 18:00.
Noviembre a Marzo: Martes y jueves de 10:00 a 18:00 / Sábados y domingos de 15:00 a 19:00.
BIBLIOTECA Y ARCHIVO HISTÓRICO
Enero: Cerrado al público.
Febrero: Lunes a viernes de 9:00 a 14:00.
Marzo a Diciembre: Lunes a viernes de 10:00 a 18:00.
Consultas: 4575-4038 (int. 34) / bibliotecayarchivo@quintalosombues.com.ar
ACTIVIDADES INSTITUCIONALES
Lunes a viernes de 9:00 a 13:30.
Consultas: 4575-4038 (int. 35) / info@quintalosombues.com.ar
REGLAMENTO DE VISITAS
La Quinta Los Ombúes, sede del Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal “Dr. Horacio Beccar Varela”, alberga la riqueza de nuestra historia y la ofrece a sus visitantes para que la descubran, conozcan y disfruten.
Para ello es importante que respeten las siguientes indicaciones:
No está permitido utilizar teléfonos celulares, fumar, sacar fotografías con flash, comer o beber, ni ingresar con bolsos o mascotas.
SERVICIOS AL VISITANTE
PERSONAS CON DISCAPACIDAD
El personal de Los Ombúes le brindará la asistencia necesaria para hacer más agradable su visita.
LA TIENDA Y CAFÉ
A total beneficio de la Asociación Amigos Quinta Los Ombúes, funcionan la Tienda y el Café, que ofrecen la posibilidad de adquirir libros en la “Quinta Los Ombúes”, al tiempo de disfrutar de un grato momento.
Horarios de la Tienda:
Abril a Octubre
Martes y jueves de 10:00 a 18:00 / Sábados y domingos de 14:00 a 18:00.
Noviembre a Marzo
Martes y jueves de 10:00 a 18:00 / Sábados y domingos de 15:00 a 19:00.
CÓMO LLEGAR
La Quinta Los Ombúes se encuentra en Adrián Beccar Varela 774, a escasos metros de la Catedral de San Isidro en pleno casco histórico.
Medios de transporte:
- Tren: TBA (Recorrido Retiro – Tigre). Tiempo aproximado desde Retiro hasta la estación San Isidro: 35 minutos. / Tren de la Costa (Recorrido Olivos – Delta). Tiempo aproximado desde Olivos hasta la estación San Isidro: 15 minutos
- Colectivo: Líneas 168 (descender en la Plaza Mitre), Líneas 60, 365, 203, 343, 304, 707 (descender en Av. Centenario y Belgrano).
- Automóvil:
1. Ruta Panamericana, Av. Márquez, Roque Sáenz Peña, Av. del Libertador, Belgrano, Adrián Beccar Varela.
2. Av. Maipú, Av. Santa Fe, Av. Centenario, Roque Sáenz Peña, Av. del Libertador, Belgrano, Adrián Beccar Varela.
3. Desde Buenos Aires: Av. del Libertador (alt. 16.000), Belgrano, Adrián Beccar Varela.
4. Desde Tigre: Av. del Libertador, 25 de Mayo, Belgrano, Adrián Beccar Varela.
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