Muchísimas veces he pedido, desde diferentes medios de difusión, por la unión de dos actores de la pesca deportiva: el biólogo y el periodista especializados. El primero, aportando sus conocimientos científicos de las diversas especies; el segundo, su experiencia caña en mano, además, de su capacidad de darle forma popular a la información. Eso que en la Argentina es aún un deseo se ha convertido en realidad en Brasil: Alec Krüse Zeinad y Rubinho de Almeida Prado se reunieron, luego de diecisiete años de amistad, para parir Peces fluviales do Brasil, libro que reúne la riqueza del conocimiento, en teoría y práctica, de más de un cuarto de siglo de cada uno de ellos destinado a recorrer el amplio interior de Brasil en búsqueda de los peces de mayor interés deportivo. Muchas veces, ambos en conjunto y otras tantas solos, en forma individual, Zeinad y Rubinho estuvieron mano a mano con estos peces, disfrutaron su captura, analizaron sus hábitos, tomaron notas de sus características y, por supuesto, como preconizó el periodista desde sus inicios en esta profesión, a mediados de la década de 1990 –tema en el que fue precursor y le costó duras agresiones en Brasil– los han devuelto a su medio para que siguiesen viviendo. Precisamente, esta es una obra que apuesta a la vida. Quien la lea, a conciencia, difícilmente pueda seguir matando un pez. Aprenderá a conocerlos un poco más y, por lo tanto, a quererlos, que es la mejor forma de decidirse por su preservación.
El libro
La presentación de la obra como su contenido son excelentes. Con tapas duras, las 360 páginas, brillantes y de gramaje pesado, están cosidas con una calidad que les otorga gran durabilidad. Además, mide 30 por 22 centímetros, con lo que cada una contiene abundante información permitiendo una tipografía de buen tamaño, lo que lo hace de fácil lectura, aunque vaya en detrimento del transporte: no es un libro para llevar en el bolso de pesca.
Tapa y contratapa tienen dibujos de peces resaltados con un sistema de brillo e impresión que parece que se despegaran de la hoja. Consultado Rubinho acerca de por qué el pez más grande de la cubierta es un pacú plata, de muchísimo menor interés deportivo que otros más famosos, nos respondió que precisamente la intención era no tentar al comprador por el aspecto de la pesca en sí, sino mostrar que hay muchos peces deportivos y todos merecen consideración.
La doble de las retiraciones de tapa y contratapa presentan un collage de fotos vinculadas con la pesca y la naturaleza: en el primer caso, los autores con su familia; en el segundo, amigos con grandes peces de río, entre los que podemos identificar algunos argentinos.
Ezequiel Theodoro da Silva, coordinador de la Conferencia Mundial de Pesca Recreativa, que se llevará a cabo en Brasil, en septiembre del año próximo, prologa el libro, destacando que “más que una lista técnica y descriptiva de peces deportivos de agua dulce” es “una verdadera enciclopedia de conocimientos y de respeto por la pesca motivada por placer y recreación”.
Vale la pena no saltear la primera parte, en la que colabora Flávio César Thadeo de Lima, biólogo de San Pablo especializado en el tema central del libro. Yendo de lo general a lo particular, y dándole un marco científico y geográfico, arranca con una breve introducción a los peces para continuar con los principios de clasificación y nomenclatura científica con algunos dibujos de la anatomía externa de los peces que nos ayudan a entender cuáles son sus partes. En este mismo sentido, un glosario, en las últimas páginas, nos servirá como fuente de consulta. Prosigue con un capítulo sobre la conservación de los peces de agua dulce en Brasil con énfasis en las especies de interés para la pesca deportiva, marcando la necesaria cota de los peces seleccionados, ya que, como dicen los autores, el último relevamiento de peces de río en este país registra 2.587 especies.
Sigue una descripción de las siete cuencas principales y las cinco menores, denominadas del Litoral Atlántico. El tramo siguiente será el más apreciado por los aficionados: se nota la pluma de Rubinho en treinta páginas destinadas a información vinculada con la pesca deportiva que va, desde su definición hasta equipos, señuelos, técnicas y un magnífico desarrollo del catch and release, con conceptos sorprendentes, que vale la pena repasar una y otra vez.
Solo le faltaría, por ser ciertamente demasiados exigentes, una sección de historia de la pesca de peces fluviales en Brasil, para darle un marco histórico al libro.
El corazón del libro
Desde la página 75 en adelante se presentan las distintas especies de peces de río. Para cada una se incluye su ubicación en superorden, orden y suborden más las características que la distinguen. Siguen el estatus de vulnerabilidad o amenaza en que se encuentra, la distribución geográfica en Brasil, el tamaño máximo conocido, y su hábitat, comportamiento, alimentación y reproducción. Luego llega, también para cada una, los temas relacionados con la pesca: lugares, equipos, carnadas, datos básicos, técnicas, mejor época, récord mundial y, en línea con el interés conservador, cómo embarcarlo.
La información es sumamente detallada, tanto que a veces se torna reiterativa: por ejemplo, al comentar el comportamiento del aruaná se señala que para capturar sus presas salta fuera del agua, lo que le vale uno de sus nombres populares, mono de agua, idea que se repite en el párrafo siguiente cuando habla de los hábitos alimentarios. Esto, lejos de hacerlo un libro de pesada lectura, es una muestra de la interrelación de los temas: la alimentación es parte indisoluble del comportamiento, y muchas veces lo explica, de los peces.
Con isotipos de estrellitas y caritas, que van de uno a tres, se señala el interés deportivo y la “facilidad” de cada especie. Al respecto no queda en claro si se refiere a la “facilidad” de encontrar dicho pez, de pescarlo o de ambas cosas. También creo que hubiera sido oportuno un cuadro donde se indicara qué elementos tienen que ver con esta calificación, es decir qué lo hace fácil o difícil: ¿cercanía a las grandes urbes? ¿escaso stock? ¿complejidad en llegar a los pesqueros? ¿potencia del pez?
Hay que destacar la enorme calidad y cantidad de fotografías. No hay lugar para fotos movidas o de pobre definición. Han sido seleccionadas, no solo para entretener la vista sino para observar detalles que hacen al tema en sí, como las diferentes subespecies de tucunaré, en una doble página con dieciocho fotos. Otra muestra el increíble paisaje y vida de los pesqueros, como esa secuencia de la onza cazando un yacaré o los saltos de una manada de delfines de agua dulce.
Los epígrafes son pertinentes y aclaradores. A uno solo no le encontré correlación con la foto, cuando en página 74, habla que la emoción de devolver un pez al agua es tan gratificante como la de pescarlo y la foto no es de una devolución. Como notarán es una excepción frente a las cerca de mil fotos que ilustran magníficamente el libro.
En síntesis, vale la pena comprarlo. Incluso hay muchos peces de la cuenca del Plata que disfrutamos los argentinos en nuestro país, como el dorado, el surubí, el pacú, el chafalote y la boga. No se vende directamente en la Argentina, pero se lo puede pedir a rubinho@pescaventura.com.br
Néstor Saavedra
para Tur Aire Libre
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