El título no se refiere ni a la patrona de Lima, Perú, ni a la tormenta que, por coincidir con la fecha de recordación de esta virgen, suele tener lugar en torno a esa época del año en nuestro país. Se trata de la visita de nuestro amigo, el excelente periodista y organizador de excursiones, Rubinho, a la posada Santa Rosa sobre el río Teles Pires en el estado de Mato Grosso del Sur.
Este hermoso lugar para alojarse en medio de la selva se encuentra a 160 kilómetros de Alta Floresta, la última ciudad a la que se acceder por vía aérea con un vuelo desde Cuiabá, la capital de la citada provincia. Desde Alta Floresta hasta la posada se puede optar por un vuelo privado en avioneta (40 min) o por una combinación de viaje en camioneta y lancha (cerca de ocho horas).
El río Teles Pires mide 1.500 kilómetros de largo y desemboca en el río Tapajós que, a su vez, es afluentes del gran Amazonas. La posada se encuentra en la zona alta del primero, aguas abajo de las cascadas de Sete Quedas, donde desemboca el arroyo que le da nombre. El río Teles Pires es uno de los más ricos en fauna íctica, ya que se pueden pescar bicudas, cachorras, matrinchás, tucunarés, pacús, jaus y pirararas, entre muchos otros peces.
Cuando días atrás la visitó Rubinho, que recomienda mucho el lugar también por la calidad de la atención, entre la que se destaca el buenísimo servicio de guías, pudo pescar una gran cantidad de peces y en distintas modalidades, desde jigging y baitcast con distintos tipos de señuelos hasta pacú con fly y grandes peces de cuero y cachorras con carnada natural.
Los peces tienen distintos ámbitos donde acechan en el medio año en el que casi no llueve y el agua baja marcadamente. Desde noviembre hasta junio, la pesca se hace casi imposible debido a que las constantes y fuertes precipitaciones originan que el río suba varios metros y los peces se dispersen por la selva.
Como la posada ofrece todo lo que el pescador precisa (comidas, alojamiento confortable, luz eléctrica, baños con duchas, un bote de aluminio con guía y motor de popa para dos pescadores, etc.), lo ideal es aprovechar una semana completa, lo que incluye seis días de pesca. De paso se pueden practicar las distintas modalidades y lograr los distintos peces.
Es importante llevar equipamiento bien variado, si se intentará lograr el abanico grande e especies. No se pueden pescar los grandes peces de cuero con una vara de veinte libras, que es apta para lograr tucunarés, matrinchás o bicudas. Debe cargarse en una bazooka o tubo de PVC bien sellado cañas de 20, 25 y 80 libras con sus correspondientes reeles frontales o rotativos, además de monofilamento de 80 libras para los peces de cuero y multifilamento de 20 y 25 libras para los peces de escama, además de un líder de cinco metros de fluorocarbono doble de 25 libras, anzuelos 1/0, 4/0, 8/0 y 10/0 para pescar con carnada natural; cable de acero con snaps bien firmes; y señuelos de superficie, media agua y jigs. Además, Rubinho recomienda para pescar con mosca: Vara: 7 a 9; línea WFF, WFI, WFS, líder: 2 m, con tip de 20 a 30 lb y moscas popper y streamer (blanco y amarillo).
Con estos equipos, el periodista del país vecino logró realizar una excelente semana de pesca, aprovechando la calidad de un pesquero de primer nivel y pudieron practicar distintas técnicas con peces tan deportivos, voraces y luchadores como los tucunarés y los pacúes de goma, única especie que salta fuera del agua. Santa Rosa es una tormenta de pesca, diría el Bambino. Si quieren conocerla, no duden en escribirme a mi correo: nespesca@sion.com
Néstor Saavedra
para TurAireLibre
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