Los negocios de Maradona en Dubai

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“¡¡Pero cómo se va a ir ahora, que está a punto de ser padre!!”, exclama Miguel mientras toma un café en un bar de Buenos Aires junto a su amigo Esteban. Y este último le contesta: “Podrá estar a punto de ser padre, pero vos sabés muy bien que los negocios y el dinero manejan al mundo. Y él tiene un compromiso con los árabes que no puede eludir”. Razón no le falta a este segundo pensamiento, y sensatez tampoco. Pero más allá de la polémica, lo cierto es que hace un par de meses Diego Maradona hizo por enésima vez sus valijas y volvió a Dubai, adonde hasta menos de dos meses antes había trabajado como entrenador.

Aquella experiencia inicial a mediados de 2011 en el club Al Wasl de la primera división de los Emiratos Árabes, que a través de su cuenta oficial en Twitter blanqueó que el astro argentino había firmado un contrato de dos años por 34 millones y medio de dólares, concluyó en forma anticipada en julio pasado luego de que el equipo finalizara la temporada en el octavo lugar en una liga compuesta por apenas 12 conjuntos. Esto además de haber sufrido una sorpresiva derrota en la final de la Copa de Campeones del Golfo.


Tras este agridulce paso por Dubai, en el que hasta tuvo una recordada pelea con algunos hinchas en el medio de un partido, Diego viajó a Pekín en agosto. Una travesía durante la cual aprovechó para revelar sus deseos de dirigir en el fútbol chino. Sin embargo, el destino se iba a encargar de mostrarle que su futuro inmediato estaba de nuevo en Medio Oriente.

Fue así como en septiembre Ahmad al-Sharif, secretario general del Consejo Deportivo de Dubai, nombró al para muchos mejor futbolista de la historia como Embajador Honorario de Deportes de uno de los siete emiratos que componen el país. Un cargo que también lo ayudará a resolver su disputa con el Al Wasl. El “Pelusa” selló su acuerdo por un año, lapso durante el cual observará y hará un análisis de los jóvenes atletas, aconsejándolos y guiándolos por el camino que deben seguir.


No obstante, fue tan grande el revuelo que se armó en Argentina con su salida de allí (teniendo en cuenta que está próximo a ser padre otra vez), que esto obligó a su abogado Víctor Stinfale a emitir un comunicado aclarando la situación: “Diego se encuentra en Emiratos Árabes por cuestiones laborales, su contrato con ese país lo celebró con Shayi Rashid bin Saeed Al Maktoum y tiene vigencia hasta junio de 2013. Allí fue nombrado ‘Embajador del Deporte’ en Dubai, comprendiendo distintas tareas y compromisos que tornan imposible su vuelta a la Argentina”.

El asesor letrado del ex capitán de la selección argentina agregó que “Maradona además estuvo reunido con Mohammed bin Rashid Al Maktoum, vicepresidente de Emiratos Árabes Unidos y Dubai, a fin de ultimar detalles de la presentación de Diego los días 29 y 30 de diciembre en un evento de Pruebas Acrobáticas de Aviación”.

Pero como si su segundo desembarco en Dubai fuera poco, Diego Armando Maradona le sacó otra vez jugo a la pasión que despierta hasta en los lugares más recónditos del planeta y antes de volver al Golfo Pérsico se dio una vuelta por la India. Unas 50.000 personas colmaron un estadio de la ciudad de Kannur, en el sur del país, donde el multicampeón con el Nápoli saludó y lanzó pelotas a la multitud, acompañado por el ex futbolista local Inivilappil Mani Vijayan.

La presencia del ex entrenador de la selección argentina en ese lugar fue para promocionar la inauguración de una nueva sala de exposiciones de la marca india de joyas Boby Chemmanur Jewellers, y el lanzamiento de una empresa de helicópteros para transporte privado del mismo dueño: la Boby Chemmanur Airlines. Un doble gesto de confianza en el histórico magnetismo del ídolo albiceleste, que más allá de sus recurrentes polémicas no para de facturar a lo grande en cada escenario que pisa.