Por: Marcos Stupenengo
Los cerca de 70 000 animales que cada año transitan por el aeropuerto internacional JFK de Nueva York podrán disponer, dentro de poco, de una enorme sala de espera.
Se trata de un espacio de más de 10 000 metros cuadrados, con un costo de USD 35 millones, realizado en un hangar hasta hoy inutilizado, gracias al acuerdo entre la Porth Authority de Nueva York, New Jersey, y un grupo de inversores privados. La estructura podrá alojar hasta 150 perros y otros tantos gatos.
Tendrá servicios de todo tipo: del baño a una especie de gimnasio donde los animales podrán moverse en total libertad, hasta un espacio médico con ambulatorio veterinario y sala quirúrgica. También habrá un área dedicada a los períodos obligatorios de cuarentena para los animales que entran en el país. Según algunas estimaciones, el proyecto debería crear 190 puestos de trabajo y rendir unos USD 50 millones en los próximos veinte años.