Por: Marcos Stupenengo
Es la estación de trenes más grande del mundo y está en pleno corazón de Manhattan en la calle 42 y Park Avenue. Tiene 44 andenes y 67 ferrovías.
Celebró su primer centenario a ritmo de música y rodeada de cientos de neoyorquinos que no quisieron perderse el aniversario de uno de sus símbolos más emblemáticos. La estación de ferrocarril más grande del mundo es usada cada día por 750.000 neoyorquinos y la fotografían miles de turistas, que quedan impresionados ante esta joya arquitectónica.
Inaugurada en 1913 tras diez años de trabajos, la estación está situada a la altura de la calle 42 entre las avenidas Lexington y Vanderbilt y es una de las grandes atracciones turísticas de Nueva York con su majestuoso estilo “Beaux Arts” francés.
Su inmenso hall central, con un puesto de informaciones en el centro y un reloj que sirve de referencia para innumerables citas, parece haber sido construido especialmente para una película y está enmarcado por amplias escalinatas y un hermoso mural astronómico en su techo.
Después de 10 años de construcción, el 2 de febrero de 1913 a las 12.00 del mediodía partió el primer tren. De esto hace 100 años. La inversión fue de $2.000 millones de dólares de hoy.
El techo de la edificación representa la bóveda celeste y alberga el reloj más grande del mundo, construido por Tiffany.
Cada día pasan por la estación más de 120.000 viajeros y se estima que al menos 500 mil turistas visitan el lugar.
Pero también es una estación de cine, pues ha sido utilizada en múltiples ocasiones como escenario para rodar escenas para la gran pantalla que han pasado a la historia.
Por ejemplo, escenas clásicas como el tiroteo en la escalinata de la estación protagonizado por Kevin Costner en la película “The Untouchables” (1978) justo en el momento en el que el carrito de un bebé rueda escaleras abajo, o cuando la terminal queda destruida en “The Avengers” (2012) durante la lucha de los superhéroes por salvar el planeta de unos invasores extraterrestres.
El encanto de la terminal llega también a su planta subterránea, donde se puede comer en una zona ambientada en viejos vagones de tren y saborear por ejemplo, los famosos “cupcakes” de la serie de televisión “Sex and the City” de la pastelería Magnolia Bakery.
Este área también esconde otro de los secretos de la estación, la acústica de sus arcos de cerámica que pueden causar un susurro. Así si dos personas se colocan en las esquinas opuestas de la entrada en arco y susurran, la otra puede oír su voz pese a estar a metros de distancia.
La celebración de su centenario se prolongará durante varios meses con exposiciones y eventos para homenajear a un icono de la capital del mundo.