Por: Marcos Stupenengo
Pasará el viernes cerca de la Tierra.
No es una cuenta regresiva para el apocalipsis, pero este 15 de febrero un asteroide se acercará mucho a la Tierra, aunque es solo uno de los miles de objetos que están destinados a entrar algún día a nuestro vecindario en el espacio.
La comunidad científica aeroespacial mundial se prepara para un fenómeno cósmico poco usual, el paso de un planetoide, el 2012 DA14, a tan sólo 22.000 km de la Tierra sin impactarla. De acuerdo a los expertos esa distancia es casi la mitad de la separación que existe entre nuestro planeta y la órbita geoestacionaria, donde se ubican la mayoría de los satélites de comunicación.
El evento estelar, será monitoreado en vivo por profesionales y aficionados del cosmos en todo el mundo. Un grupo de estos afortunados seguidores se dará cita el mediodía de este viernes en la Universidad Central de Florida, Estados Unidos, en la “Fiesta de la Observación”, a fin de analizar “en caliente” y con imágenes provenientes de telescopios de España y Australia, donde será de noche, el tránsito de este objeto espacial del tamaño de medio campo de fútbol americano, 50 metros.
Así que, sabemos que este asteroide en particular no va a golpearnos, pero ¿qué hay de todas aquellas rocas gigantes que flotan cerca de nuestro planeta más allá de nuestra atmósfera?
La NASA dice que 9,672 objetos fueron clasificados como Objetos Próximos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés) hasta este 5 de febrero, y son cometas o asteroides en órbitas que les permiten entrar hasta nuestro patio espacial.
Hay una distinción importante entre estos objetos: los cometas son en su mayoría agua, hielo y polvo, mientras que los asteroides consisten principalmente en roca o metal. Tanto los cometas como los asteroides ya han golpeado a la Tierra en el pasado.
Más de 1,300 NEOs fueron clasificados como potencialmente peligrosos para la Tierra, lo que significa que algún día podrían acercarse o golpear al planeta. La NASA monitorea estos objetos y actualiza sus ubicaciones a medida que llega nueva información. Los científicos no advierten de ninguna amenaza eminente en la actualidad.