Por: Marcos Stupenengo
- Más restricciones a fumadores en Nueva York.
- Empezó debate legislativo en Nueva York sobre edad legal para comprar tabaco.
En este primer debate, que duró cinco horas, los representantes del comité de salud del consejo escucharon la opinión de diversos actores de la industria, miembros de organizaciones civiles y ciudadanos.
El voto de la enmienda sobre el cambio de edad de 18 a 21 años no tendrá lugar en lo inmediato y podría demorarse varios días, indicó a la AFP un vocero del consejo municipal.
Basta una mayoría simple de 26 de los 51 miembros del consejo para que la norma sea adoptada. La iniciativa cuenta con el apoyo de la presidenta de ese cuerpo, Christine Quinn, candidata además a la alcaldía de Nueva York.
Una iniciativa similar fue propuesta en el Estado de Texas a principios de este año, la cual no pasó por que hubiera dejado de producir 42.6 millones de dólares al Estado. La ley buscaba además penalizar el consumo de tabaco a los menores de 21 años.
Nueva York ya tiene una legislación particularmente dura en materia de tabaco.
Desde 2002, cuando asumió el cargo, el alcalde Michael Bloomberg no ha dado respiro a los fumadores con un cóctel efectivo: alzas de impuestos para encarecer el precio del paquete de cigarrillos y prohibición de fumar en oficinas, restaurantes, bares, plazas y playas.
Aunque el porcentaje de fumadores en la ciudad cayó de 21,5% en 2002 a 14,8% en 2011, entre los jóvenes se mantiene estable en 8,5% desde 2007, de acuerdo con cifras de la alcaldía.
Las autoridades esperan que al elevar la edad legal para comprar tabaco se reducirá un 55% entre los jóvenes de 18 a 20 años.
Los impuestos municipales y estatales agregan 5,85 dólares al costo del paquete de cigarrillos en Nueva York, cuyo precio final al consumidor se sitúa alrededor de los 12 dólares para las marcas más conocidas.
Ocho de cada diez fumadores estadounidenses eran consumidores regulares cuando tenían menos de 21 años. Los abogados especializados en temas de salud que respaldan a la alcaldía, afirman que entre más joven esté una persona expuesta al cigarrillo, hay más posibilidades de que sea un futuro adicto.