…me diría a mi misma: -“Licenciada en Relaciones del trabajo”.
Seguramente no hubiera imaginado esta frase cuando tuve once años. A esa edad todos pensamos en ser maestra, bombero, arquitecto. Pero a mí queridos lectores, a los dieciocho se me ocurrió ser quien soy .
Se me ocurrió que las Ciencias Económicas no serían lo mío. Cerré los ojos e imaginé que deseaba estar en contacto con el mundo empresarial y también con los trabajadores, con las organizaciones y allí donde el trabajo de las personas pudiera ser analizado o favorecido.
Me veía coordinando grupos, capacitando personas. Allá por fines de los `90 me motivaba que a través de esta carrera existiera la posibilidad de proponer soluciones a los vaivenes del mundo del trabajo que ya se empezaban a hacer sentir en Argentina.
Sola, detrás de un escritorio y debajo de inmensas olas de números y cifras no eran realmente las aguas donde yo quería nadar. Yo quería enmarañarme, comprometerme hasta en lo corporal con la masa heterogénea de este medio del que todavía, desconocía si tenía una existencia formal. Y así fue… como con toda búsqueda, emprendí el camino de la investigación en el afán de satisfacer esas ansias de lo que se había despertado en mí: la vocación. ¡Y la encontré! Era la carrera de Relaciones del Trabajo, en la Universidad de Buenos Aires.
Emprendí este viaje. No hubo excusas de mi parte para cursar el tan desairado CBC. La tenacidad y el empeño en conseguir mi meta sólo me permitían ver la cima a alcanzar que era el momento de obtener el título. No me importaron jamás las veces que cursé junto a mis compañeros en aulas superpobladas y con una acústica horrorosa que aún estando en la segunda fila y frente al profesor no te permitían oírlo. Lo importante era aprehender esos contenidos. Invaluable información académica y empírica sobre los miles de aspectos del mundo laboral, del derecho del trabajo, de la vida de las organizaciones, estudios minuciosos sobre la historia obrera nacional y la administración de personal. Ilustradas reflexiones sobre la paupérrima realidad laboral de ese presente revolucionado que lo inducía a uno a los primeros ejercicios críticos sobre las cuestiones del trabajo.
Y tanto es lo que tenemos en común los Licenciados y futuros Licenciados en Relaciones del Trabajo que ése mismo compromiso social lo encontré especialmente por parte de una docente quien puso manos a la obra. La profesora y egresada de la carrera Sonia Boiarov, que para el año 2000 viendo la debacle laboral existente, con ese mismo ánimo de dar alguna respuesta a los altos niveles de desempleo nacional, se sumerge en un nuevo mar de cosas y trae a la superficie el teletrabajo. A muchos nos despertó interés, a muchos nos emocionó la misión y así algunos acompañamos en mayor o menor medida el impulso de mostrar aquella nueva forma de trabajo que al momento desconocíamos y veíamos tan promisoria para otorgar alguna solución a los desocupados.
No tengo mucho que contar acerca de lo que se sucedió después. Acaso díganme Uds. lectores, quién no envía hoy un email laboral desde su celular o quién no controla a su grupo de ventas en una provincia lejana mediante un sistema instalado en su notebook, quién no comercializa sus productos o servicios a través de la Web…. Allí está y falta mucho por hacer y reglamentar…. El teletrabajo que nos roza en mayor o menor medida a todos y del cual la Lic. Boiarov es una de sus primeras impulsoras y analistas en nuestro país.
En la Facultad de Ciencias Sociales culminé los estudios allá por 2004 y debo aclarar que la experiencia laboral en las organizaciones también me ha forjado como profesional del área. Debiéramos tener siempre presente el hecho de enriquecernos con todo aquello que nos llega en la vida.
Aún así, yo quería más. Ahora con un trabajo de consultoría independiente, yo quiero comunicar todo esto que les cuento y más. Quiero que Uds. sepan que esta carrera de grado universitaria existe, que somos los que tenemos conocimientos amplios y exhaustivos sobre la cuestión…. Que somos gente amena, cálida, con mucho carisma… ¡Sí! ¿Les suena extraño? Todos nosotros, los Relacionistas del Trabajo con nuestros defectos y virtudes. …Podemos intervenir en negociaciones laborales, profesionalizar asociaciones sindicales, orientar a fundaciones, Ong´s y cooperativas, replantear y administrar nóminas de personal y remuneraciones, capacitar gente para el trabajo y apoyar en las políticas públicas para el trabajo y el empleo, entre muchas otras cosas.
Este deseo de comunicar me lleva a que hoy tenga un programa de radio propio de emisión semanal: Todos Trabajamos. Durante dos horas te cuento a vos que no sos del área, ni de la carrera sobre cómo es el mundo del trabajo. Este programa que ya va por su segundo año me llena de satisfacciones día a día. Cuando me llegan comentarios de la audiencia contando que de algo les ha sido útil… que una u otra entrevista los ha movilizado…. con el premio de radio que acaba de ganar en el rubro Cultural-Educativo… recibo el apoyo de otras universidades que confían en este proyecto. Siento que con “Todos Trabajamos” estoy cerrando un primer círculo, el de la difusión, que hay un largo camino por recorrer y que a la vez muchas puertas y nuevas alternativas se abren para nosotros.
Lic. Florencia A. Pagliaricci
Lic. en Relaciones del Trabajo -UBA-
Realizadora y Conductora
fpagliaricci@rrhhenlinea.com.ar