Por Alcides Aguirre
Ya en los días finales del 2013 deseo compartir algunas reflexiones sobre fortalecimiento institucional, brecha digital e incidencia en el ámbito de las organizaciones de la sociedad civil OSC.
En la sociedad actual y con el crecimiento de la ciudadanía digital estos tres conceptos se articulan y actúan simbióticamente como un todo en favor de los planes y proyectos de organizaciones sociales que mejor los articulen.
El concepto de “institución” no se define como algo estático sino que comprende 3 planos o momentos dinámicos.
· Un proyecto, es decir una misión, una utopía capaz de convocar a un grupo de personas para organizarse para el logro de metas compartidas. Esto generalmente es el plano ideológico y conceptual de una institución.
· Una organización, es decir un conjunto de relaciones sociales que posibilitan la realización del proyecto. Su estructura organizativa y los procedimientos en la toma de decisiones. También comprende las relaciones que el grupo establece con su entorno y otros actores sociales. Este plano de la institución constituye su base social.
· Un conjunto de recursos, tanto humanos como materiales y financieros que viabilizan o no la realización del proyecto. Este plano de la institución constituye su base material.
· Los tres planos están en constante cambio y movimiento. Nuevas ideas y propuestas, cambios en las fuerzas sociales, internas y externas y, desde luego, modificaciones en cuanto a los recursos disponibles, hacen que los tres planos de la institución estén frecuentemente en tensión y contradicción, dando lugar a nuevas formas y contenidos. Partir de este concepto dinámico de institución nos permite intervenir en ella, abrir espacios de reflexión y generación de saber colectivo sobre sí misma, su funcionamiento y sobre el lugar que ocupa en la sociedad.
· El fortalecimiento institucional es el resultado de una serie de acciones que implícita o explícitamente pretenden encontrar la mayor coherencia posible entre los tres planos que arriba señalamos, y sobre todo, generar un saber colectivo (apropiación) al respecto. Por ello no existen “recetas de fortalecimiento institucional”.
- Por otra parte, el fortalecimiento institucional en el mundo de las Organizaciones Sociales no puede restringirse sólo a alguno de los planos que constituyen la institución (lo ideológico, lo organizativo o el manejo de recursos), ya que no se encontraría la coherencia del conjunto. Se trata de un abordaje integral. El fortalecimiento institucional tampoco debe entenderse como un proceso que sólo favorezca el “crecimiento para adentro” o para la institución en sí misma, ya que el análisis de su articulación con su entorno es una condición necesaria para el fortalecimiento.
- Hay una demanda de fortalecimiento institucional proveniente de las Organizaciones de la Sociedad Civil en la actualidad. Esta se fundamenta sobre todo en la conciencia de que necesitan un cambio sustancial en la forma de entender su función social, su manera de operar y organizarse.
Entre los problemas que enfrentan están los siguientes:
· * aumento, diversificación y especialización de la demanda social a la que pretenden responder las organizaciones (nuevas necesidades técnicas, políticas, financieras, etc.)que requieren el replanteamiento del proyecto global de la institución.
· * necesidad de definir mejor el papel, función social e identidad de las organizaciones.
· * modelos de organización interna que ya resultan obsoletos
· * falta de instrumentos y herramientas concretas para organizar, sistematizar y planificar mejor el trabajo
· * problemas de liderazgos, que a veces se traducen en crisis generacionales entre las o los fundadores de la institución (la mística)y las nuevas generaciones, en general más pragmáticas.
· * crisis en las relaciones internas, conflictos personales, quiebres, deserciones, etc.
- Hay que señalar que las nuevas exigencias de profesionalización, de institucionalización y de mayor control en el uso de los recursos contrastan mucho con la práctica común de las organizaciones sociales, más regida por la informalidad, el activismo, las relaciones personales, el voluntarismo, etc.
- Hasta hace relativamente poco tiempo, las organizaciones sociales, difícilmente expresaban sus necesidades y problemáticas a personas ajenas a su institución y pretendían, por lo general, resolver sus problemas a nivel interno. Lo cierto es que en la actualidad encontramos una mayor apertura y disponibilidad de entrar en procesos de análisis institucional. Esto se debe, entre otras cosas, a que existe la conciencia de que este tipo de problemáticas no son exclusivas de su grupo, sino que expresan un fenómeno más amplio.
- Hoy se abren espacios para la autocrítica y encontramos que hay una gran voluntad e interés por fortalecerse, pero a veces no se sabe cómo.
Brecha digital y sociedad de la información
Los avances de las nuevas tecnologías y los procesos de integración regionales obligan a tener presente nuestra inserción dentro de este nuevo espacio de intercambios denominado sociedad de la información. Por este concepto se entiende a una comunidad que utiliza extensivamente y de forma optimizada las oportunidades que ofrecen las tecnologías de la información y las comunicaciones como medio para el desarrollo personal y profesional de sus ciudadanos miembros.
El avance casi diario de estas tecnologías si bien trae prosperidad y confort a muchas personas también cierto es que amplios sectores sociales no tienen acceso a esta sociedad de la información por falta de recursos o falta de capacitación produciéndose de este modo una brecha digital. Comprendemos a la brecha digitalcomo a la distancia que separa a las personas e instituciones que tienen acceso a las nuevas tecnologías de aquellas que no lo logran. Desde mi humilde punto de vista me niego a considerar a internet solamente como una red de computadoras.
Creo sí en una red de personas que utilizamos estas herramientas como parte de nuestra actividad diaria. El internet debe ser visto desde el punto de vista social tratando de visualizar los nuevos tipos de relaciones que se establecen dentro de este espacio de interacción. Movida solamente por las fuerzas del mercado internet reproducirá e incrementará las diferencias sociales existentes. La sociedad civil (asociaciones, fundaciones, centros culturales) tiene un papel fundamental en definir los nuevos tipos de relaciones y de construcciones sociales que queremos que sucedan.
En definitiva el internet no es solamente un asunto de empresas y gobiernos es un asunto de todos. En cuanto a la brecha digital no solo se produce por falta de computadoras, también se produce por falta de capacitación adecuada. En este sentido preocupante es lo que pasa en materia de brecha digital en nuestra sociedad con los mayores de 40 años que ya no están en el sistema educativo formal.
En cuanto a lo institucional las organizaciones sociales que mejor manejan los recursos tecnológicos son las que mejores oportunidades conocen y más lejos llegan con la trasmisión y conocimiento de su misión. Sí por su puesto esto trae aparejado más y mejores oportunidades para estas organizaciones. En el presente el impacto de las redes sociales es tan fuerte que hasta los gobiernos las usan plenamente. Veámoslo en números. En octubre del 2012 los dueños de Facebook anunciaban que ya habían llegado al usuario 1.000.000.000. Es decir que si Facebook fuera un país y a esos usuarios lo considerábamos habitantes sería el 3º del planeta en población después de China e India.
Incidencia y empoderamiento: El término incidencia proviene de la traducción de la palabra inglesa “advocacy” que en su sentido más amplio se refiere a abogar en defensa de bienes colectivos. La incidencia presupone un amplio espectro de acciones orientados a lograr activar plenamente los derechos de las personas, a re equilibrar la distribución de poder y a construir comunidades más equitativas e inclusivas.
Bien cabe preguntarse aquí si las organizaciones de la sociedad civil deben centrar sus acciones de incidencia en el Estado, el sistema político o si incluye otras áreas como los medios de comunicación, las empresas o los partidos políticos teniendo en cuenta que no basta con cambiar leyes sino que es necesario influir sobre las actitudes y creencias públicas incluyendo la necesidad “empoderar” a los grupos más desprotegidos de la comunidad para que sean ellos mismos los gestores de las soluciones de sus problemas.
El empoderamiento refiere a un proceso de aprendizaje y acción que fortalece la autoestima, las capacidades organizacionales y la conciencia social de las personas e instituciones de modo que desarrollen una impronta que los haga capaces de luchar por sí mismos por sus propios derechos. En definitiva desarrollar estrategias para aprender a pescar y no esperar a que te traigan pescados.
En el caso de las organizaciones de la sociedad civil podemos indagar en cual es el camino óptimo para el mejor logro de nuestro objeto social pero siempre teniendo en cuenta la opinión de todos para que la construcción de nuestras metas y proyectos sea una tarea colectiva y promovida por todos los miembros de nuestra organización.
De este modo vemos como estos conceptos aquí tratados se articulan y forman un todo ya que organizaciones sociales fuertemente fortalecidas tienen muy bajos niveles de brecha digital haciendo uso plenas de las herramientas tecnológicas logrando altos niveles de incidencia en la agenda social de sus respectivas comunidades.
Los temas aquí tratados bien pueden formar parte de una agenda de trabajo del futuro ¿y cómo se llama el futuro? Su nombre es año y su apellido es 2014 y ya está llamando a la puerta.
Que el 2014 sea el mejor año para las actividades de las organizaciones de la sociedad civil de Argentina en paz y en felicidad.
Hasta cada oportunidad.
Alcides Francisco Aguirre
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Skype: aguirre59
Bibliografía:
- Aguirre, Alcides Francisco. Escritos varios y material didáctico propio.
- Alatorre, Gerardo. Escritos varios.
- Foro del Sector Social. “Manual de Participación e Incidencia para organizaciones de la sociedad civil. Editorial Temas.