Por: Nicolás Godoy
“Nadie garantiza titularidad absoluta” una de las frases más fuertes de Ricardo Gareca en su última conferencia de prensa. Y no fue una más. El Tigre confirmaba tras el entrenamiento de fútbol formal al uruguayo Sebastián Sosa como titular en el arco de Vélez para el partido del sábado en Victoria.
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El momento del ex Peñarol y Boca llegó. “Quiero verlo, es una de las contrataciones importantes que Vélez hizo de cara al inicio de la temporada y tengo ganas de verlo” arremetió el Tigre, y el hincha se sumó al pedido.
Si bien Germán Montoya no fue el responsable directo de las últimas dos derrotas de Vélez, el nivel del cordobés fue bajo, claro está que acompaña la caída de rendimiento en la defensa. Y el viejo axioma del fútbol que dice que el que está afuera es mejor que el que está adentro, hizo mecha en el cuerpo técnico que decidió apostar por el uruguayo para resguardar el arco de Vélez.
Es tiempo de demostrar. El Tigre dijo que se jugara como una final. No hay lugar a la falla. Vélez está a cinco de Newells, y sabe que es una fecha clave ya que el puntero visita al segundo, Racing, en Avellaneda, y la chance de arrimarse es ideal. Luego vendrá el partido con “La Academia” en Liniers, pero eso ya es otra historia.
El hincha viajará en masa a Victoria y como en el Torneo Clausura 2009, Vélez tendrá ante Tigre un partido donde la obligación de ganar lo es todo. Y no sólo para sumar tres puntos sino también para ganar confianza, para decir presente, para saberse candidato.
PD: Un ejemplo. Sebastián Domínguez se bajó del avión que lo trajo de vuelta de Chile tras su participación con la Selección Argentina y fue directo a la Villa Olímpica. Durmió un par de horas (de 6 a 8:30), y estuvo entrenando a la par de sus compañeros en vistas a “la final” del sábado. Un referente nato. Un trabajador.
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