El oro cayó un 13% en dos días: esta fue la peor caída en los últimos 33 años. Sin embargo, no fue solamente el oro quien se vió afectado sino todos los metales. En la semana pasada, el cobre, el paladio, el platino, el oro y la plata estuvieron en el fondo de la tabla en términos de rendimientos:
Vamos a empezar por el final: el motivo último de la caída de los metales es que empieza a verse con fecha cierta el fin de la impresión alocada por parte de los Estados Unidos (todos los programas que componen el llamado Quantitative Easing). Pero para empeorar las cosas, cobra más fuerza la idea de que el Fondo Monetario Internacional obligará a Chipre a vender sus reservas de oro (14 toneladas) para estabilizar su situación financiera. De suceder esto, podría seguir también Portugal, que posee 382 toneladas. Ante esta situación, muchos se adelantaron a estas posibles ventas futuras simplemente para poder vender antes del alud de ventas forzadas.
Sin embargo, el chispazo que desató la caída del oro surgió de reporte semestral de la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Estado de los Estados Unidos que se conoció el viernes 12 de abril. ¿Qué se dijo ahí?
El gobierno de EEUU dijo estar atento a si Japón intenta manipular su moneda. Esta es una reacción bastante obvia al reciente anuncio por parte del Banco Central de Japón de duplicar su base monetaria (de imprimir una ingente cantidad de yenes para intentar reactivar su economía).
En febrero Japón adhirió a un comunicado del G7, prometiendo que sus políticas económicas no tendrían como objetivo manipular el tipo de cambio. Al respecto, el reporte de los EEUU fue muy sugestivo: “Seguiremos presionando a Japón para que cumpla con lo que adhirió en febrero de este año y se concentre en cumplir con sus objetivos domésticos usando instrumentos domésticos y evitando realizar devaluaciones para mejorar su competitividad”.
Si quiere seguir leyendo acerca del tema y ver qué pasó con el Yen, haga click aquí.