En la época de la burbuja de Internet, también hicieron furor muchas empresas de biotecnología, de la mano del mapeo del genoma humano. El principal exponente de aquel entonces fue Celera Genomics, empresa que luego sería adquirida por Quest Diagnostics (DGX).
Surge una pregunta muy natural: ¿nos encontramos nuevamente ante una burbuja especulativa en biotecnología? ¿Hay avances y mejoras concretas o sólo se habla de curaciones futurísticas difíciles de imaginar?
La realidad empieza a mostrar soluciones palpables. Pero por sobre todas las cosas, el mercado confirma con precios que el sector está imponiendo un cambio revolucionario.
El índice de acciones de biotecnología, el Amex Biotech Index (BTK), se encuentra realizando máximo histórico:
Este índice lleva ganado un 24% en lo que va del año, ubicándolo como uno de los más ganadores del año, si dejamos de lado los productos de volatilidad y los apalancados.
¿Por qué deberíamos esperar que lo que vivimos ahora sea diferente a lo visto hacia fines de los 90′s?
A diferencia de aquel entonces, hoy las firmas de biotecnología se han vuelvo más disciplinadas en sus gastos en investigación y desarrollo (su principal inversión para asegurar el crecimiento futuro). Los esfuerzos se concentran hoy en enfermedades específicas, con menos ensayos clínicos generalistas cuyas aplicaciones son menos concretas.
Entre las más importantes empresas del momento encontramos a: Amgen, Biogen, Celgene, Regeneron y Gilead Sciences.
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