El gobierno parece haber conquistado la estabilidad del tipo de cambio. Y es innegable que un tipo de cambio estable permite tener un mínimo de previsibilidad a la hora de tomar decisiones de negocios. Pero, ¿es sostenible un dólar oficial a 8? Mi respuesta es contundente: no. ¿Por qué?
Hace un mes escribí una nota titulada “¿Qué pasa con el dólar blue?” en la que describía cuales son los factores que afectan al tipo de cambio. Y de todos ellos, me quiero concentrar especialmente en dos: la inflación y la balanza comercial.
La inflación acumulada en Argentina en los últimos 12 meses está en el 40%. Y si tomamos los primero cuatro meses del año, la inflación está en torno al 15%. ¿Por qué habría de afectar esto al tipo de cambio? Porque con el dólar oficial en 8, y nuestros precios subiendo a la velocidad que suben, nos volvemos cada vez menos competitivos. ¿Qué quiere decir esto?
Quiere decir que si una empresa exporta un determinado a producto a 100 dólares (800 pesos) y sus costos vienen creciendo al ritmo de la inflación, esa empresa es cada vez menos rentable. Pero el problema no es sólo si es menos rentable, sino que en un determinado momento, si la inflación continúa subiendo, esa empresa puede no llegar a cubrir siquiera sus costos. Y si no cubre sus costos y pierde plata, directamente le convendrá cerrar.
Esto nos lleva inmediatamente al punto de la balanza comercial. El saldo de la balanza comercial (el neto de cuántos dólares entran al país por exportaciones una vez que se restan los dólares que salen por importaciones), está cayendo. ¿Está cayendo mucho? Si. Está prácticamente en cero. Entonces para estimular la exportaciones y desalentar las importaciones, con el objetivo de tener más entrada de dólares, el gobierno deberá volver a devaluar el peso, dado que no ha hecho prácticamente nada de fondo para bajar la inflación. (Precios Cuidados sólo sirve para que el gobierno utilice esos precios inexistentes para su propio cómputo inflacionario).
¿Por qué necesita el gobierno entrada de dólares? Empecemos por aclarar que quienes exportan, están obligados a venderle sus dólares al Banco Central (no se los pueden quedar). Estos dólares los necesita el gobierno para importar gas licuado por varios años más, producto del déficit energético que generó con las retenciones al petróleo.
¿Qué sabemos de la inflación de acá en más? Recordemos rápidamente cuáles son los items que son más importantes:
No es de sorprender la preocupación del gobierno por los precios en los supermercados: explican el 25% del índice inflacionario. Pero miremos los items que siguen: transporte y servicios públicos. Entre los dos, estos items son aún más importantes que los alimentos. Con lo cual, la inflación se verá afectada en gran magnitud por las subas que puedan venir por este lado.
En conclusión. Todo a la vista indica que continuaremos con inflación alta, en torno al 2% – 3% mensual. Esta inflación pone presión sobre todos los negocios exportadores y hace que algunos directamente pierdan plata porque sus costos continúan aumentando. Como el gobierno necesita que la balanza comercial esté en positivo, más temprano que tarde, volverá a dejar que se mueva el tipo de cambio para darle aire al sector exportador.
¿Cuándo puede darse esto? Nos acercamos al mundial de fútbol. No me sorprendería ver que el dólar empieza a escaparse con los primeros partidos de la selección.
Por último les dejo dos fotos de la CTA Expo en New York. Esto fue en el mismísimo New York Stock Exchange, en Wall Street. Carta Financial (la versión en inglés de Carta Financiera), compartió cartel con pesos pesados mundiales como Bank of New York, UBS y ABN Amro:
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