(Esta nota fue escrita en conjunto con Emilio Rojas para Carta Financiera)
Paraguay se encuentra en el medio de dos potencias de Sudamérica (Brasil y Argentina), es un país mediterráneo y es considerado pequeño en cuanto a su tamaño. Mientras sus vecinos sufren los shocks externos y poseen grandes problemas estructurales, el Paraguay sigue creciendo y sufre menos teniendo menos volatilidades que el resto de los países, como por ejemplo el valor de su moneda.
Los agentes no conocen que este país es considerado uno de los más estables a nivel macroeconómico porque viene desarrollando muy bien sus políticas económicas, además de ser una economía confiable y predecible. El país cuenta con una política clara de metas de inflación como único objetivo del Banco Central, ya ha realizado varias reformas en el ámbito financiero para dar solvencia y liquidez a dicho sector y ha avanzado con varias iniciativas para desarrollar políticas sustentables en el ámbito fiscal.
Según informes emitidos por el Banco Central de Paraguay, este país ha tenido un crecimiento sólido en la última década sostenido por la producción y exportación de materias primas. Un punto importante a considerar es que las políticas sólidas y las reformas estructurales permitieron dieron lugar a tasas de crecimiento que se encuentran dentro de las más altas de la región.
El Paraguay se divide en dos grandes regiones separadas por el río Paraguay: la región oriental cuenta con 40% del territorio en el cual se concentra el 97% de la población. La otra región es la occidental conocida como Chaco Paraguayo que posee el 60% del territorio y posee el 3% de la población.
La gran zona agrícola cuya producción es intensiva se encuentra en la región oriental donde las condiciones climáticas son más favorables y el suelo permite un mejor desarrollo de los cultivos de soja, maíz, trigo, arroz y algodón.
La producción agrícola representa el 20% de la participación del PIB nacional, y sumando los rubros pecuarios, las industrias agropecuarias y la cadena forestal llegan a participar en un 40% del total. El desarrollo de estos sectores se han dado principalmente por el desarrollo de nuevas tecnologías, las buenas condiciones climáticas y de suelo, además de los vientos a favor en los precios de los commodities.
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