Por: Marisel Robaldo
Un nuevo Año, luchando por reivindicaciones y posicionamientos de derechos de los pueblos originarios.
La intensa lucha por obtener reparación a derechos ancestrales reconocidos constitucionalmente, parecen encaminarse en este año 5523 para los pueblos originarios, los dirigentes en política indígena nacional obtuvimos grandes avances de participación y consulta, en una nueva relación que comenzó este año indígena, con el gobierno nacional.
Al igual que los antiguos indígenas agricultores, que se regían por la observación de diversos fenómenos astronómicos para guiarse en los momentos que debían iniciar las diversas faenas agrícolas y ganaderas, como siembras, cosechas o esquilas, un grupo de dirigentes en política indígena nacional logramos que el Poder Judicial nos reconozca con una Acordada de la Cámara Nacional Electoral, para que los ciudadanos descendientes de pueblos originarios puedan capacitarse en la práctica directa del sufragio activo, como así también con los conocimientos ancestrales, logramos en pleno Pachacuty (tiempo de cambio) que la Cámara de Diputados de la Nación impulse la necesidad de un plan de salud que contenga la lucha contra la desnutrición, con la puesta a disposición de un Calendario de Vacunas en Idiomas originarios y con mucha satisfacción, logramos que la Comisión Bicameral del Frente Parlamentario Contra el Hambre nos incluya en toda su planificación.
Este es el momento elegido para la celebración del Año Nuevo Andino, que “marca el fin de una temporada de cosecha y el inicio de una nueva época de siembra.
Amautas aymaras y collas interpretan el futuro alrededor de una gran fogata en distintas partes del territorio originario en especial en el Tiwanaku y tal como fuera anunciado este año 2015, afirmaron que llegó con el augurio de una buena cosecha.
“En Junio descansa la tierra y a partir del 21 de este mes, es cuando más se aleja el sol, los amautas han encontrado el punto clave para que retorne el reordenamiento de la tierra, que originalmente es el marat’aqa, o el agradecimiento al sol y la Pachamama por las cosechas, indicando que a partir de ese momento se inicia la nueva siembra, siendo el sol que debe dar energía para una buena cosecha”.
Los sabios amautas aymaras o collas, son los encargados de mantener nuestras tradiciones y realizar con mucha elevación de conexión con la naturaleza sanaciones físicas y espirituales, para mantener la salud del pueblo.
A partir de hoy, 21 de Junio se realizarán coloridas ceremonias indígenas en todas las comunidades que conservan el conocimiento sin importar el territorio y así recuerdan un pasado lleno de esplendor. “A partir de hoy, los rayos del Sol al amanecer penetraran por la puerta de cada uno de nosotros, renovando energías y cargandonos de fuerzas ancestrales, que revitalizará el espíritu”.
La Fiesta de Mara T’aqa (o Año Nuevo Aymara), el año nuevo (machaq mara, en idioma aymara) coincide con el solsticio de invierno, que los “amautas” (sabios andinos) recibieron esta madrugada en Tiwanaku, lugar andino sagrado y en todo lugar donde la tradicion, ganó la batalla cultural, imponiendo nuestras costumbres.
En el solsticio de invierno, sus primeros rayos aparecen justo por el centro de la puerta del Portal del Sol, lugar que la cultura aymara, dejo grabado un calendario, que marca los dos solsticios y los dos equinoccios astronómicos.
La salida del sol de hoy, marcó el inicio del año nuevo en los templos Kalasasaya (del sol), Akapana (de conexión con el universo), Kolla Kaman Uta (conexión con la madre tierra) y Pumapunku (de los hombres-puma).
Cada hombre y mujer de este territorio originario, encontrará extrañas coincidencias en la actualidad de sus realidades y lo ancestralmente demostrado, descubriendo cambios, aciertos y nuevos comienzos en sus vidas.
Es por esta guia natural ancestral que nuestros pueblos originarios, caminan junto a todos los habitantes del territorio en un mismo sentido con la esperanza de que la unificación final, que está muy cerca, produzca los cambios anunciados por los sabios, para lograr con esta fuerza unificada de los que acompañaron a los hijos de la pacha, dominar a la oposición consuetudinaria, que busca destruir esta conexión ancestral.
El Pachacuty se cumple, el tiempo llegó, Pueblo y Naturaleza marchan juntos, en búsqueda de paz y unión, en un territorio que hoy, nos reconoce como hermanos y preexistentes.
Daniel Segovia, Presidente del Consejo Nacional de Políticas Indígenas.