La conexión entre el hombre y la luna

#Cabala

En la filosofía de Grecia y de Roma, se apostaba a lo lineal. También el tiempo es lineal: camina hacia delante en su inexorable secuencia cronológica. Pero lo místico es circular. Volvemos al punto de partida con la misión de transformar nuestras preguntas para habilitarlas como otras nuevas, para convertir ese círculo en una espiral, que nos permite hacer avances (aunque también traiga aparejado el riesgo de sufrir retrocesos).

Otro elemento del judaísmo que está relacionado con una de las experiencias místicas más ontológicas y originales es su calendario: basado en la luna y sus movimientos, representa la conexión del hombre con la inmensidad. El ser humano frente a un cielo estrellado.

Es imposible, como individuo, enfrentar ese momento sin que suceda algo. No se trata de algo cognitivo, sino visceral. La proporción, la finitud, son conceptos que caen sobre nosotros. Después hacemos un trabajo de intelectualización, pero el contacto es mística absoluta. Al mismo tiempo, a partir del cielo comenzamos, como humanidad, a establecer referencias temporales. La luna hace un giro completo alrededor de la tierra en cuatro semanas. Y cada siete días, cambia un cuadrante. En la antigüedad, por esta razón, por esta capacidad de mutación frente a los ojos de quienes estamos en la tierra, se la entendió con un ser vivo. También se sospechó de la existencia de diferentes lunas, que se turnaban para aparecer por las noches en la sucesión de los meses.

Ese ciclo vital, por el cual la luna moría y volvía a nacer, estableció fiestas y reverencias. Y también formas de conteo. Rosh Jódesh, la “cabeza del mes”, el primer día de cada mes hebreo, celebramos el nacimiento de la luna. Porque la luna nueva es una luna que no existe, que vuelve a surgir, que va a comenzar a crecer. Desde el punto de vista práctico, ese círculo blanco que aparece en el cielo todas las noches sirve para llevar cuentas temporales extensas: en tantas lunas se realiza la cosecha, cada tantas lunas cambia el año. Al mismo tiempo, el ciclo de la luna se refleja, en cantidad de días y en facetas, en el de ovulación de la mujer. Mística y matemática, astrología y biología. No hay área de conocimiento que escape a esta conexión entre el hombre y la luna.