Por: María Walpen
La primera clave para sacar una buena foto es tener en cuenta la luz. Una exposición correcta se da cuando lográs el efecto que vos como fotógrafo pretendiste transmitir. Existen parámetros que indican que la foto está “correctamente expuesta”, pero tal vez tu intensión fue correrte de esos valores para transmitir algo en particular.
Existen tres factores que podés combinar de varias maneras para manejar la luz: el diafragma, la velocidad y el ISO.
Rápidamente vamos a describirlos (y en un futuro nos vamos a detener en cada uno). Partimos de la base de que la cámara tiene un sensor fotosensible, que reacciona a las diferentes situaciones lumínicas.
Diafragma (f)
Es a la cámara lo que la pupila a nuestros ojos. Es un orificio que se expande y contrae dependiendo de la cantidad de luz que haya en el ambiente. Determina la cantidad de luz que incidirá en el sensor de la cámara. Cuando entramos a un ambiente oscuro, nuestras pupilas se ensanchan para que la poca luz que hay ingrese con más facilidad, por un espacio más grande. Lo mismo le podemos indicar a la cámara: cuando hay poca luz, el diafragma se puede agrandar para que ingrese más luz. Y a no confundirse: a menor número f mayor la apertura.
Velocidad
El segundo parámetro es la velocidad. Marca el tiempo durante el que la luz incide sobre el sensor. Una velocidad baja va a dar lugar a que la luz incida durante un período más prolongado sobre el sensor, generando una foto con más luz, aunque probablemente si no usás un trípode te salga movida. Podés hacer la prueba de bajar mucho la velocidad de la cámara y vas a ver que la foto se toma su tiempo en aparecer en la pantalla, esto es porque le estás diciendo a tu cámara que querés que por un tiempo prolongado mantenga abierto el obturador para que entre más luz.
ISO
El tercer parámetro es el ISO y es lo que refleja lo receptivo que se muestra el sensor de nuestra cámara ante la luz que actúa sobre él. A mayor sensibilidad (mayor número ISO) más receptivo a la luz. Por eso, a medida que una situación va oscureciendo, podemos ir subiendo el ISO. Pero, hay que tener en cuenta que a mayor número ISO, la foto va a salir más “ruidosa” y con más grano.
Estos parámetros se “compensan” y existen diferentes combinaciones que llevan a resultados similares.
Lo que acabás de leer puede resultar complicado en la teoría, pero para ver qué efectos produce esto en nuestras fotos, la próxima vez que agarres tu cámara podés probar de alterarlos. Tenete a mano el machete!