Por: Emilio Fatuzzo
“El arte no es una carrera de velocidad, es una carrera de resistencia”.
No recuerdo si fue Roux o Noé quien me repitió varias veces esa frase. Por otro lado, Nicolás Menza me decía que lo único que nos queda (a nosotros, los pintores) es el infatigable trabajo en el intenso camino de la resistencia poética.Por mi parte hace ocho años que expongo mi cuerpo, que se parece más al de un pintor que al de un deportista, a un largo y doloroso entrenamiento, caminatas, corridas. Es que no hay nada más difícil que la existencia de un espíritu fuerte en un cuerpo débil.
Khalil Gibrán escribió en su carta a Félix Farris: “El dolor, amigo mío, es una mano invisible y poderosa que desgarra la piel del hueso para extraerle la semilla.”
Lo que siento es que cuando la energía se empieza a acumular en mi, existen dos salidas posibles: PINTAR O CORRER.
De cualquier modo, descansar es el peor de los castigos.