El tema de la inmigración siempre ha sido tomado por guionistas a la hora de escribir historias para el cine. Muchísimas películas muestran la vida de familias, individuos o grupos en un nuevo país y lejos de casa.

Aunque la mayoría de las veces las historias son ficticias, toman múltiples rasgos de la realidad histórica de un colectivo, su establecimiento en otro territorio y las relaciones que se forjan en la nueva comunidad.

Por eso, a continuación se presenta una selección de películas que permiten conocer las tradiciones y la vida de diferentes colectividades en todo el mundo.

 

1. El Abrazo Partido, de Daniel Burman.

Es una película argentina que muestra la vida de los comerciantes del barrio de Balvanera. En ella, Ariel, un joven de ascendencia judeo-polaca, trabaja en una lencería junto a su madre y quiere irse a vivir a Europa. El trámite para obtener su pasaporte lo llevará a reconstruir la historia de su padre, que lo abandonó cuando era pequeño para instalarse en Israel durante la Segunda Guerra Mundial.

La película reproduce las particularidades de la comunidad judía en Buenos Aires y, sobre todo, la cotidianidad de los diferentes trabajadores de una galería de Once.

 

2. El Padrino II, de Francis Ford Coppola.

El film está partido en dos líneas temporales que corren paralelas. Por un lado, continúa la primera parte, donde Michael se convierte en jefe de la familia. Por otra, cuenta la historia de cómo Vito Corleone huyó de su pueblo en Italia y llegó a Nueva York.

Lo interesante de esta parte de la película es que, al margen del mundo de la mafia, muestra cómo era la vida de la colectividad italiana a principios del siglo XX en Estados Unidos.

 

3. Pan y Rosas, de Ken Loach.

Gira en torno a la emigración de Maya, una ciudadana mexicana que debe pagarle a unos especialistas para cruzar la frontera hacia Estados Unidos. Allí la espera su hermana, quien ya se había radicado en el país.

La película refleja los conflictos que supone para los inmigrantes ilegales insertarse en sociedad. Algunos tienen que estar dispuestos a hacer cosas que nunca se hubieran imaginado, como prostituirse, e incluso traicionar a sus propios compatriotas para salvarse y ascender socialmente. Pero también muestra la solidaridad y la contención que brinda la colectividad para afrontar los problemas comunes que tienen.

 

4. Mi Gran Casamiento Griego, de Joel Zwick.

Es una comedia romántica que cuenta la historia de Toula, una joven de 30 años que trabaja como mesera en el restaurante griego de su familia en Estados Unidos. Todos sus parientes están preocupados por conseguirle un novio y su padre lo único que quiere es que el muchacho sea griego.

Pero la protagonista decide dejar el negocio familiar en busca de algo mejor y empieza a trabajar en la agencia de viajes de su tía. Allí conoce a Ian, de quien se enamora profundamente, aunque el mayor problema es que no es griego. Música, religión, comidas y tradiciones griegas son algunas de las cosas que muestra esta simpática película en torno a una historia tierna y muy graciosa.

 

5. Gran Torino, de Clint Eastwood.

Narra cómo un ex combatiente de la guerra de Corea, prejuicioso y hasta xenófobo, se ve obligado a relacionarse con nuevos vecinos inmigrantes del sudeste asiático.

Más allá de la transformación que va sufriendo el protagonista al notar que tiene más en común de lo que creía con estos extraños, el film es muy rico en su descripción de cómo se insertan los distintos grupos migrantes en un barrio relegado, los conflictos que se producen y las formas que encuentran para sobrellevarlos.

 

6. Mayrig, de Henri Verneuil.

Es la historia de una familia de armenios que escapa del genocidio y se instala en Francia en 1921.

Desde la mirada del pequeño Azad, la película muestra la dura adaptación de la familia en el nuevo país, las situaciones de rechazo y discriminación que atraviesan y el recuerdo imborrable de las matanzas que pesa en sus vidas. Pero todo podrá superarse gracias al profundo amor y la contención que se brindan los parientes entre sí.