Por: Olivia D.
Cuando dejamos nuestra casa familiar o departamento de soltero, suele costar mucho desprenderse de ciertos muebles y objetos. ¿Y qué hacemos? Decidimos llevarlos bajo el hombro a nuestro nuevo hogar con la certeza de que vamos a encontrar algún lugar para él. El problema surge cuando nuestro nuevo compañero/a de vida viene con la misma idea y el espacio es acotado…
La pregunta es ¿cómo decorar el hogar para obtener lo mejor de los dos?
Reglas y recomendaciones
Tal vez cueste escucharlo pero “alguien tiene que ceder”. Sí, todo no puede convivir en el espacio, ya sea porque son de estilos completamente diferentes o porque el tamaño de los ambientes es más reducido.
Regla número 1: la funcionalidad. Evalúen que rol cumple el objeto que traen. Tal vez algo era útil en su casa anterior pero no lo es en esta. Si no es funcional ni estético déjenlo del otro lado de la puerta.
Regla número 2: tener lo básico. Cuando nos mudamos por primera vez necesitamos adquirir muchas cosas. Por eso es importante pensar en los muebles básicos necesarios: un sillón, una mesa ratona (o algo similar), algunas sillas y una cama. Todo esto es PRIORIDAD.
Regla número 3: tener un lugar de guardado: todos lo necesitamos. Un vajillero, un ropero o una mesada con cajones. Ténganlo en cuenta porque cuantas más cosas a la vista hay, mas desorden habrá. Por ejemplo si tenemos: un vajillero chino de mediana altura, dos cómodas blancas laqueadas y una biblioteca alta, para un departamento de 50 mts aproximadamente, es mucho. En ese caso, opten por quedarse con el vajillero y las cómodas blancas laqueadas por ejemplo, ya que en cuanto a estilos pueden convivir perfectamente y las cómodas al ser blancas probablemente dejen lucir mejor el vajillero.
Regla número 4: menos es más. Si el espacio es chico eviten tener objetos deambulando por todos lados. No se llenen de muebles “por si acaso” pensando que para algo les va a servir después: error! Libérense.
Regla número 5: Reciclar. Identificar cuáles de las cosas que traemos tienen potencial para reutilizarse. No descarten por viejo porque prácticamente todo puede tener nuevos usos. Probablemente sea necesario remodelar ese objeto para adaptarlo al estilo de nuestra nueva casa, pero no se alarmen que a veces con detalles sencillos como pintar o lijar, se logra un objeto nuevo.
Tener sillas siempre nos salva. Si tienen objetos de historia consérvenlos, pero intenten hacer coincidir un poco las épocas a la hora de mezclar. Si no, busquen diferentes ambientes donde ubicarlos para que no choquen o quede un rejunte extraño.
Como decimos siempre el estilo hoy es ecléctico y podemos tener un mix de todo. Sólo hay que saber combinar un poco.
¿Cómo les fue en la decoración de su primer hogar? ¿Qué muebles conservaron y siguen persistiendo?