Por: Yanela Biancardi
En cada fiesta empresarial de fin de año, el momento del brindis es uno de los más importantes. Es un instante de complicidad, en el que el gerente o dueño de la compañía, señalado como el que lo inicia, muestra su agradecimiento a los empleados.
La palabra “brindis” proviene del alemán bring dir’s, que significa “yo te lo ofrezco”. Cuenta la historia que en el siglo XVI las tropas de Carlos V tomaron con éxito la ciudad de Roma. Tras un importante saqueo, los mandos militares llenaron copas de vino, las levantaron al frente y pronunciaron esa frase, bring dir’s, en honor al emperador alemán.
Sin embargo, otros investigadores van más atrás en el tiempo y ubican el origen del brindis en la antigua Grecia. Aseguran que en los grandes banquetes, los anfitriones levantaban la copa y bebían un sorbo de su contenido como gesto de confianza. Es que en esa época era común eliminar a los enemigos con bebidas envenenadas.
Hoy, los encargados de iniciar este momento, que en general en el timing del evento lo colocamos entre el postre y el show central, buscan la mirada de los empleados, elevan la copa unos centímetros y beben un sorbo de champagne.
Ahora, ¿está bien visto chocar la copa con quien tenemos al lado? Si bien con realizar el gesto es suficiente, y lo correcto sería no golpearlas, hacerlo tampoco incurre en un desatino. Y esta costumbre también tiene su historia. Con el choque de copas, gotas de ambas se entremezclaban como signo de confianza y amistad. Otra vez, la cuestión del posible envenenamiento estaba presente.
A modo de sugerencia, respecto a la organización, recomiendo que en fiestas de fin de año empresariales, llevadas a cabo un día de semana, el momento del brindis no se extienda más allá de las 2:00 de la mañana. Si el evento fuese un día sábado, podrá alargarse un poco más, sin inconvenientes.
¿Te pasó alguna vez que esperaste el brindis para irte de la fiesta? Contame como brindan en tu ciudad
Te deseo un muy buen brindis y un excelente año, ¡Feliz 2013!