Por: Melina Rozenbaum
Es increíble pensar que hace unos días los primeros campamentos de verano han abierto sus puertas recibiendo cientos de niños de todo Estados Unidos, y en algunos casos hasta niños de otros continentes.
El fenómeno de los campamentos judíos se ha convertido en una herramienta de extremo poder y valoración educativa además de un poderoso medio de compromiso para con la comunidad.
Según el director ejecutivo de la Fundación para los campamentos de la Comunidad Judía (FJC), Jeremy Fingerman, la clave para que esto sea un éxito está relacionada con el staff. Los jóvenes que hacen que las actividades se lleven a cabo. “Ellos son los role models que trabajan incansablemene para garantizar que sus acampantes tengan el mejor y más transformador verano de sus vidas.”
Es por esta razón que los jóvenes que se encargaran de cuidar de los niños durante el verano asisten a capacitaciones en sus campamentos, y en seminarios organizados por diferentes entidades, entre ellas la Fundación para Campamentos de la Comunidad Judía (FJC).
Hace solo un par de semanas tuve el honor de participar por cuarta vez de un seminario organizado por la FJC. Un seminario de 5 días en donde se reúnen coordinadores y directores de todo Norteamérica en un programa de entrenamiento en educación no formal judía.
250 jóvenes que serán coordinadores de actividades este verano, más de 50 campamentos de alrededor de todo Estados Unidos y Canadá.
En su mas reciente estudio la FJC estima que un total de 60000 niños asisten a campamentos de la comunidad judia en Estados Unidos.
Es una experiencia que motiva, acerca a los campamentos y me hizo en lo personal entender el poder que tienen los campamentos de verano para la comunidad judía de los Estados Unidos.