Por: Melina Rozenbaum
Hoy nos despertaron con terribles noticias. 13 soldados israelíes murieron durante la noche en una acción en la Franja de Gaza.
Mi amiga Tali vino corriendo a mi habitación a tratar de buscar consuelo después de enterarse que su comandante del ejército había sido una de las víctimas, más tarde se enteró que cuatro de sus compañeros de pelotón también habían encontrado el mismo final. Que es lo que se puede decirle a alguien que se encuentra a miles de kilómetros de su casa y de sus afectos, sabiendo que de haber estado en su país estaría ahora luchando para proteger a sus compatriotas?
Y mientras tanto la política de por medio, y los presidentes que se manifiestan, y parece que solo lo hicieran cuando Israel está de por medio. Y ciudadanos se manifiestan alrededor de Europa a favor de terroristas, pero parecieran mudos cuando se trata de hacer algo por lo que sucede en Siria.
Entre todas las voces que se escucharon en los últimos días, está la del presidente Barack Obama quien dio una conferencia de prensa en la Casa Blanca el pasado viernes confirmando que había mantenido una conversación con el Primer Ministro Benjamin Netanyahu y “reafirmó su fuerte apoyo al Estado de Israel y a su derecho a defenderse”
“Mientras hablaba con el Primer Ministro Netanyahu, las sirenas empezaron a sonar en Tel Aviv”, dijo Obama. “Ninguna nación debe aceptar bombardeos dentro de sus fronteras ni tampoco tuneles para el paso de terroristas”