La vi cuando el vagón estaba lleno. Personas sentadas a su lado. Otras en el pasillo. Hora pico día de semana en la línea D. Tuve que tener paciencia porque la señora no despegaba el libro del bolso. Fue recién llegando a la estación de Congreso de Tucumán cuando con un movimiento de brazos para pasar las páginas lo dejó ver. Ahí estaba esta tapa oscura con algo plateado que no se para de vender.