Los que habitamos la Ciudad de Buenos Aires tenemos la difícil tarea de convivir con edificios gigantescos, autos ruidosos y muchedumbres despistadas. A la hora de leer o escribir lo hacemos en la tranquilidad de un departamento o en la comodidad de un bar. Pero hay una opción que jamás se nos escapará: las plazas.
La jungla de cemento porteña posee pulmones coloridos donde al mirar hacia arriba se divisa el cielo, sea el clima que sea. Basta con salir a pasear por alguna plaza para encontrarse con lectores apasionados que hallan en la tranquilidad de un banco o bajo un árbol el lugar ideal para sentarse a leer. Lo mismo sucede con el escritor: la inspiración suele ser una mejor compañía cuando el paisaje que lo rodea es natural.
Por eso, aquí les dejo 3 hermosas plazas porteñas para sentarse a leer o escribir. Porque no hace falta que sean paraísos verdes, sólo darnos la tranquilidad e inspiración que cuesta encontrar cotidianamente.
Plaza San Martin: por su particular formato de árboles gigantescos, monumentos antiguos y las recurrentes muestras artísticas que allí se realizan. Además tiene una pendiente de césped ideal para recostarse a leer.
Plaza Rodríguez Peña: por sus novedosos colores y contrastes. En los lugares donde no hay pasto, el suelo está rojizo por la inmensa cantidad de piedritas. Además sus árboles poseen pequeñas flores violetas convirtiendo a esta plaza en un sitio lugar inspirador.
La Plaza de Mayo: por su ubicación y por el ambiente que se respira en un lugar paradigmático de nuestra historia. Sentarse allí es como estar en el centro del país.
