El entrenador del Borussia Dortmund es la sensación del fútbol mundial, no sólo por su altura (1,91) o su estilo de juego que gusta y hace encantar a propios y extraños, sino por la versatilidad de su rostro. De la alegría a la tristeza, pasando por la demencia. Con ustedes, un auténtico camaleón del estado de ánimo, un meme de nacimiento: