Por: Andrea Linardi
Hace unos pocos años atrás hablar de juego y ocio en las empresas era sinónimo de pérdida de tiempo y connotaba falta de responsabilidad.
En este presente, en el cual lo único que es constante es el cambio permanente, el juego pasa a ser una herramienta facilitadora de la innovación y de la flexibilidad. Ambientes con mesas de pool, revestimientos y mobiliarios de varios colores, espacios para la inactividad y el relacionamiento vincular de los colaboradores, son elogiados y valorados a la hora de definir una nueva organización donde desarrollarnos.
Stuart Brown, médico psiquiatra e investigador, sostiene que “el juego es esencial en nuestras vidas” y argumenta que “las personas que en su infancia han jugado, con el paso de los años se convertirán en adultos seguros de sí mismos y con la capacidad de enfrentar creativamente las diversas circunstancias que se le presenten”. Si tienen unos minutos los invito a disfrutarlo en este video:
https://www.youtube.com/watch?v=Zh0qTj8FN-Q
En tiempos en donde la innovación y la flexibilidad son valores esenciales para el desarrollo de las personas en los negocios, sería deseable que desafiemos ciertos paradigmas que marcaron nuestras vidas organizacionales y nos atrevamos a cambiarlos.
www.algrupohumano.com