Por: Manuel Buscalia
Es un típico sábado a la tarde y esperamos alguna señal que defina cuál será nuestro destino esa noche. De repente, recibimos la llamada de un amigo que nos pide que lo acompañemos a ver un recital. La idea nos gusta, pero como conocemos las “extravagantes” preferencias musicales de nuestro compañero, dudamos. Para convencernos, insiste en que la banda “es algo de otro planeta”, que nos va a encantar (nunca nos dice que en realidad no tiene con quien ir).Y nosotros, para no dejarlo en banda, le decimos que sí.
Nos juntamos con nuestro camarada y nos dirigimos al lugar. Tomamos el colectivo que nos va a transportar a ese mundo, en cual pretendemos olvidarnos de todos nuestros problemas por un rato, relajarnos y disfrutar de la música. Cuando ya llevamos cuarenta minutos de viaje, nuestro colega nos pregunta “¿Che, a qué altura tenemos que bajarnos?” A lo que respondemos: “¿Me estás cargando no? Vos me invitas y no sabes la dirección del lugar a donde vamos, fijate en la entrada”. Pero, para variar, el ticket del show, dice todo menos la dirección del lugar donde se va a realizar.
Después de dar vueltas por más de una hora, y de preguntarles a más de ocho personas, encontramos el tan ansiado recital. Tan ansiado, hasta el momento en el que el grupo comenzó a tocar los cuatro primeros acordes. Un desastre total. Nuestro amigo tenía razón, eran “algo de otro planeta”. Un planeta donde seguramente la gente no tiene oídos. Dos horas después, volvemos para casa de mal humor y un poco de dolor de cabeza. Perdimos la única noche que teníamos para salir a divertirnos esa semana y en vez de estar recargados de buenas vibras, lo único que tenemos ganas es de cambiar de amigo.
Si te sentiste identificado con alguna de estas situaciones, estás en el sitio indicado. “Un lugar con parlantes” pretende ser una guía, para que sepas a donde ir, cómo y cuándo. Ah, y de paso, que no te pegues el peor embole de tu vida.
Además, en este blog vas a poder encontrar coberturas de recitales, fotos y videos. Si esa noche el estudio te impidió salir o tu pareja te obligó a quedarte en su casa, cuando vos lo que querías era ver a tu banda preferida, no te hagas drama. Acá vas a encontrar lo que necesitas para sacarte las ganas.
Y como si fuera poco, vas a poder recomendar bandas, sacarte las dudas que tengas y por supuesto reírte un poco ¡Bienvenidos!