Por: Manuel Buscalia
El trío de Nueva York tocó anoche en Buenos Aires y presentó su último disco,”Mosquito”. Crónica y fotos.
Pasadas las 21:15, Karen O salió al escenario con un short amarillo y un saco del mismo color, con lentejuelas de colores. Sobre su corto pelo negro, tenía una de esas linternas con vincha, que suelen usar los mineros. En sus manos, sostenía un micrófono verde y amarillo, que desprendía un cable violeta. Cuando sonaron los primeros acordes, la comandante del grupo por naturaleza, comenzó a bailar como una desaforada mientras agitaba los puños con una sonrisa en la cara.
Cualquiera que la vea a primera vista puede pensar “esta chica está realmente loca”. Y seguro tenga razón. Pero es que su locura y su carisma hacen el 80 por ciento de Yeah Yeah Yeahs. La forma, sensual por momentos y hasta violenta en otros, en la que se mueve sobre el escenario, sacude su cabeza y grita, funciona como un imán que te obliga a querer mirarla. Y si a eso le sumamos el potente dúo de Nick Zinner en guitarra y Brian Chase en bateria, obtenemos una fórmula que te da entretenimiento asegurado. Además, tuvieron la compañía de David Pajo como sesionista en ba jo y sintetizador.
Esta fue la segunda visita del grupo al país. Vinieron en 2006 por primera vez y cancelaron en el 2011. Si bien tenían previsto realizar su show en Luna Park, se pasó para Groove, que tiene una capacidad menor, lo que dejó a varias personas afuera ¿Lo positivo? Hay que rescatar que el lugar genera un ambiente más íntimo y cercano. Sobre todo cuando enfrente se tiene a alguien como Karen O que no paró de Saltar, señalar y pedir palmas a su público durante todo el recital.
De lo mejor de Yeah Yeah Yeahs : ”Zero“ ”Y Control“, y el cierre con “Date with the night”.
Fotos por Nicolás Córdoba (@c_nico)
